LA PROMESA

Capítulo FINAL

Capítulo Final

Ya dentro de la laguna, Inés se mantuvo abrazada a Victoriano... De pronto se encontraba cansada...

Inés: ¿hmm...?
Vic: ¿estás lista para el lunes...?
Inés: me prometiste que si no logro cumplir con el trabajo...
Vic: lo lograrás... ¿Ya te olvidas que en un principio trabajamos juntos? Nos iba muy bien...

Inés: esto es diferente...

Vic: es igual... Yo estoy feliz con tenerte todos los días cerca...

Él había empezado a besarle el cuello y un hombro...

Y a Inés le asustaba un poco aquello...

Inés: ¿nos vamos...?

Vic: ¿por qué...? Estamos tan bien aquí...

Ella le echó el cabello hacia atrás mientras sonreía...

Inés: mi amor...

Vic: te gusta estar en mis brazos... ¿...?

Inés: siempre... Pero aquí... Alguien puede vernos...

Vic: nadie... Tendremos que preocuparnos cuando los niños crezcan y puedan llegar solos hasta la laguna... Por ahora puedo prohibírselos...

Inés: Victoriano... (Dejando escapar un gemido)

Tenía y sentía los dedos de su marido entre sus piernas... Caricias delicadas, que la estaban haciendo entrar en calor...

Vic: no sabes lo preciosa que eres... Cuánto te deseo... (Apoderándose del lóbulo de su oreja)

Sus palabras eran ardientes susurros en el oído de Inés... Él continuaba hurgando íntimamente...

Y el placer iba construyéndose dentro de su cuerpo, recorriéndola como si fuera una llamarada...

El beso ya no era tierno, ni lento, se había transformado en un bastante apasionado...

Ella jadeó inconscientemente, sintió la caricia a modo de presión en el centro de su ser y todo explotó en su interior...

Victoriano le envolvía la cintura con un brazo, e Inés a su vez lo enrollaba a él con sus piernas.

Así la llevó hasta las rocas... Sin poder dejar de besarse... Parecían estar devorándose los labios...

Inés se abrazó más fuerte al cuerpo de su marido, mientras él se apoyó con ambas manos sobre la superficie rocosa...

Lo siguiente que sintió fue la punta de su miembro abrirse paso en la abertura en la unión de sus muslos...

Con una mano tuvo que tomarle una cadera... Para embestirla con fluidez...

Ese movimiento sensual los encendió aun más... Ella gritó cuando lo tuvo totalmente dentro de sí...

Pero lo mejor vino cuando Victoriano comenzó a moverse a un ritmo vertiginoso...

El agua, usualmente calmada, también se movía gracias a la pareja de amantes...

^^ Día Domingo

Religiosamente asistieron a la misa del domingo, después de eso llevaron los niños a un parque.

Jugaban todos con una pelota hasta que Inés abandonó el juego para ir a sentarse.

Vic: ¿te sientes bien, mi amor...?
Inés: sí, tú sigue jugando con los niños...
Vic: pero te veo pálida...
Inés: cansancio... Ya no soy tan joven como antes...
Vic: claro que lo eres... (Ya sentado a su lado)
Inés: en realidad me duele un poco la espalda...
Vic: morenita... Ya no debes cargar ni a Constanza ni a Emiliano...
Inés: los 2 son muy flaquitos... No pesan nada...
Vic: por supuesto que esos huesos pesan, te lo digo yo...
Inés: son los más pequeños...

Pasó un rato en los que platicaban de sus hijo y de cómo interactuaban.

Vic: ¿tienes nervios por mañana...?
Inés: no puedo evitarlo...
Vic: todo estará bien... (Atrayéndola hasta su pecho y besándole la sien)

La menor de los niños apareció montada en sus patines, con algo entre las manos.

Con: ¡mami!!
Inés: ¿qué traes ahí mi vida...?
Con: galletas... Come... (Ofreciéndole darle en la boca)

Había separado del abrazo a sus padres y centrado su atención en Inés.

Inés: están muy ricas...
Vic: ¿no dices quién te dio el dinero para comprarlas...?
Con: tú, papi...
Vic: algo está pasando... Todo el cariño te lo dan a ti... (Mirando a su esposa)
Inés: claro que no mi amor... También hay abrazos y besos para papá, ¿verdad Connie?
Con: ¡Siiiiii! No importa que papá sea enojón...
Vic: ¿yo enojón?? ¿Es cierto eso morenita??
Inés: los niños siempre dicen la verdad... (Riendo mientras Victoriano le hacía cosquillas a la niña)