✧. Tiny.

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Fruncio el ceño con ligereza tras sentir como el pequeño peso sobre su pecho se movía un poco, sacándolo de su profundo estado de sueño.

Poco a poco comenzó a despertar, maldiciendo la luz del sol que entraba por la ventana, terminando de despertar al fin.

Miro el techo sin expresión por unos segundos, antes de bajar la vista poco a poco, distinguiendo una cabellera anaranjada sobre su pecho.

Un sonrojo se extendió por las mejillas del pelinegro, ya bien despierto, mirando como casi medio del pequeño cuerpo de Shoyo estaba sobre él, con solo su cadera contra el colchón, y rodeandolo con una pierna.

Quizá eso era algo en lo que nunca serían compatibles. Hinata podría dormir incluso con un huracán fuera, mientras Tobio era de sueño ligero.

Aunque le gustaba despertar y ver a su novio en esa situación, aunque no lo admitiría tan fácilmente en voz alta.

Le gustaba ver el rostro del chico, pequeño sobre su pecho, sonrojado por el calor corporal y el cabello revuelto.

Le gustaban sus manos, una sobre su pecho y otra sobre su abdomen. Le gustaba mucho pensar en cómo, a pesar que ese chico era extremadamente fuerte y ágil, sus brazos aún lucían incluso frágiles.

Rió para sus adentros al peso de su pierna sobre su cadera, rodeandolo como si fuese un nuevo prisionero, entibiando también la parte baja de su cuerpo.

Acomodo su cabello con extrema suavidad, queriendo no despertarlo, aunque sabia que sería difícil hacerlo, colocando algunos de sus mechones de cabello tras su oreja, sonriendo a la imagen.

Había muy pocas cosas más lindas que Hinata durmiendo en su pecho.

Beso su frente, remarcando algunos detalles de su rostro, encantado con cómo se veía su propia mano atravesar el rostro ajeno. Como su nariz lucia diminuta entre sus dedos, o sus mejillas podían acunarse sin problema en su palma.

Maldijo al chico que le había robado el corazón por ser tan adorable. ¿Como se atrevía a lucir tan perfecto y tierno si solo estaba durmiendo?

Suspiro debilmente, besando su frente con extremo cariño, riendo suavemente de notar como hacia pucheros entre sueños, lejos de despertarse aun. 

Miro la hora, riendo con ligereza, decidiendo que podria dejarle dormir un poco más. 

-Solo por que eres tremendamente lindo, idiota.— murmuro, sonriendo un poco mas, acurrucandose a él, queriendo volver a dormir. 

Finalizando un día mas de entrenamiento, Kageyama bufo con molestia de ver a su novio sin chaqueta aun si hacia frio, brincoteando de aqui a alla con Noya. Ambos eran pequeños pero en extremo caoticos. 

Si queria que su novio aprendiera a relajarse un poco, deberia evitar que esten pegados uno al otro como gomas de mascar durante el entrenamiento, aunque teniendo en cuenta la gran admiracion de Hinata le tenia al mas bajito, iba a ser caso dificil.

Se limito a alcanzarlo, sosteniendolo en el aire en uno de sus saltos, riendo a la expresion sorprendida que le brindo, seguida de un sonrojo. 

Sin decir nada, lo dejo en el suelo, quitandose la chaqueta y dejandola sobre sus hombros. 

-Acabas de terminar de entrenar. Te enfermaras, idiota. 

Noya se rió de ese par de tortolos, esperando por el de cabello naranja, quien tardo un poco en salir de su pequeño asombro. 

TINY ✧ KagehinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora