Conocer a la persona que puede llegar a marcar tu vida de distintas maneras, puede ocurrir en cualquier instante, en ocasiones, puede que suceda de manera premeditada, pero en otras, el destino se encarga de cruzarlos de la manera más estrepitosa.
➼...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
La noche cálida hacia acto de presencia en la ciudad de Kyushu, mientras la calma parecía extenderse por cada uno de los rincones de aquel sitio, debido tal vez, a que dos jóvenes de majestuosas alas, se encontraban surcando los cielos en diferentes sectores, cerciorándose de que todo estuviera bajo control.
Ya culminada su ronda, la joven de melena negra descendió en la azotea que correspondía a la agencia del reconocido héroe número dos, ingresando por el acceso que existía en aquel lugar y descendiendo unos cuantos escalones hasta llegar a los pisos funcionales de la estructura.
Notó como varios jóvenes aspirantes y unos cuantos subordinados del rubio, se encontraban organizando documentos, de manera un tanto apresurada, mientras que de tanto en tanto, sus miradas viajaban hasta el reloj que se hallaba en la gran sala, como esperando que sus manecillas se movieran más rápido.
—Tsukuyomi, ¿sucede algo? —cuestionó la chica al toparse con el más reciente de los internos.
—Están emocionados por salir —soltó la sombra que emana del interior del chico.
—Prudencia, Dark Shadow —bramó con severidad el estudiante.
—Está bien, Tokoyami. No seas tan duro con él —expresó la fémina al tiempo de sonreír.
En ese instante, Hawks realizó un digno acto de presencia en el sitio, ingresando por la puerta principal de manera campante y alegre, consiguiendo que todos los presentes se sintieran nerviosos, acelerando más sus movimientos.
—Vaya que están motivados hoy, polluelos —soltó con gracia, mientras caminaba por el sitio.
Varios jóvenes se acercaron al héroe, enseñándole unos cuantos papeles, explicándole cosas y pidiendo su firma en los mismos, más Hawks ya no tenía interés en seguir viendo cosas sobre la agencia. Reasignado a atenderlos, los escuchó con atención, determinando ciertas cosas que otorgaron calma a los susodichos.
—Muy bien, este ha sido un buen día, por lo que ya todos pueden retirarse, aunque no olviden estar pendientes de su móvil por si surja alguna llamada de emergencia o apoyo —advirtió con voz suave y mirada afilada.
Sin perder tiempo, el lugar rápidamente quedó casi vacío, a excepción de Hawks, quien atinó a reír, al momento de girar hacia las escaleras, observando a su pareja descender a través de estas. No pasó mucho para que ambos estuvieran uno frente al otro, observándose de forma directa y calma.
—De verdad, estaban ansiosos de irse —musitó Keigo, subiendo sus lentes.
—Supongo que sí, pero al menos cumplieron con sus obligaciones importantes —destacó la chica, sintiendo los brazos del chico envolverla.
La fémina no quedó atrás, colocando los suyos hacia la nuca del contrario, dejando suaves caricias que lograban hacer suspirar al héroe delante de ella. No pasó mucho antes de que sus labios se encontraran, rozándose con suavidad para luego dar paso a un beso lento y dulce.
