𓏲 𝗰𝗮𝘁 𝗯𝗼𝘆. changjin ᰔᩚ

셋

Hyunjin despertó y unos brazos lo estaban rodeando, con cuidado se zafó del agarre y caminó hacia el baño, después de hacer sus necesidades regresó y su pareja seguía dormido.

Se acostó a su lado, y unos brazos lo tomaron de la cintura para alzarlo, sus ojos se centraron en mirar la cara adormilada de Changbin, sonriendo cuando éste hablo con su típica voz ronca.

—Feliz quinto aniversario, Hyunjinnie— El mayor abrió más los ojos y se enterneció al ver la linda escena frente a él, el menor se encontraba tapándose el rostro.

Unos sollozos se hicieron presentes y Changbin lo sentó en su regazo, esperando a que lo viese para poder preguntarle.

—Bebé, ¿Ocurrió algo?

—No, Binnie, me haces llorar cada vez que me dices algo lindo.

—Bebé, por 7 años me he encargado de hacerte saber que eres el chico más lindo de este planeta, simplemente hazme caso a mi, ¿Por qué debe importarte lo que los demás digan? Mientras yo te ame como eres debes amarte tanto como yo lo hago, eres un bello ángel, sin duda el más perfectamente imperfecto, y el más correcto para mi.

—Me vas a hacer llorar más, ¿Hoy no irás a trabajar?— Vio asentir al contrario con un leve puchero y el también hizo uno.

—Estaré teniendo tu sorpresa preparada para la noche, ¿De acuerdo?

—Sip, lo mismo digo, Binnie, te prepararé el desayuno.

Esa mañana se sentía como la primera vez, como cuando vinieron su primer noche, su primera vez fue en aquél departamento y al día siguiente ambos faltaron a clases para pasar tiempo juntos.

Jugaron un poco con los perros y también entre ellos, salieron a jugar con globos de agua y se sintieron totalmente llenos, para después bañarse juntos y despedirse para el trabajo de Changbin.

Cuando el más bajo se fue, Hyunjin aprovechó para ver sus mensajes de Felix, donde le avisó que habían gatos los cuales no causaban algún tipo de alergia, fue cuando Hyunjin pidió que preparara todo para poder hacer el papeleo.

Estaba seguro de que a Changbin le encantaría el regalo, y claro, era uno de muchos.

Así se pasó el resto del día, cuando el gato fue traído a casa tuvo un par de horas para convivir con ambos perros, para meterlo a una cajita y dejarlo en alguna parte de la casa.

Recibió un mensaje de Changbin indicándole que se vieran en el mismo lugar, así que accedió, asegurándose de que todo estuviera en orden, y salió hacia la dirección la cual ya conocía como la palma de su mano.

Al llegar estaba todo muy oscuro, pero cuando escuchó más pasos y muchas luces prenderse supo que Changbin le tenía algo, y primeramente era una cena con un par de empanadas.

Hacía complemento con las gelatinas que Hyunjin preparó, y así comieron, en un silencio cómodo, mientras Changbin no dejaba de admirar el lindo rostro de Hyunjin, tal y como en la primer cita, inexpertos, jóvenes, enamorados.

Llevó una de sus manos a la barbilla del menor, y se acercó a él besándolo de una manera distinta, una manera en la cual no había sentido hasta ese momento, una manera tan especial.

Sus respiraciones se mezclaron un par de minutos, y fue cuando Changbin tomó su mano, reproduciendo nuevamente Wonderwall, mientras a pasos lentos caminaban hacia otro sitio.

Hyunjin estaba extrañado, todo estaba oscuro.

You're my wonderwall...

Changbin se arrodilló, y sacó aquella cajita que tenía entre sus manos, las luces se prendieron, dejando admirar un color morado, una combinación de los colores favoritos de ambos.

Sus ojos se hicieron llorosos al escuchar aquella frase.

—Hyunjinnie, ¿Quieres casarte conmigo?

El menor frenéticamente asintió, abrazando a ese chico de 1.67 que le hacía sentir revoltijo en su estómago, quien le enseñó las cosas buenas de la vida, e incluso las malas, porque toda pareja estable tiene su parte buena y obstáculos.

Muchos si salieron de la boca de Hwang sin dejar de llorar o de abrazar a su amado, mientras el contrario colocaba delicadamente el anillo en su dedo anular.

Se veía distinto a los que el contrario poseía, ya que este era de un color dorado brillante, y tenía las iniciales CB en ellas, Changbin lo cargó en brazos, lo alzó y repetidas veces le confesó cuando lo amaba.

La canción estaba a punto de acabar, y ellos unieron sus labios, fue algo salado ya que Hyunjin aún seguía llorando, sonrieron entre el beso, se dijeron muchas veces 'te amo' y volvían a besarse, reían y lloraban, amaban esa sincronía que tenían, esa conexión, ese toque de amor y confianza que forjaban.

Sin duda una pareja perfecta.

—No sabes cuanto te amo, Hyunjin, ni las mismas estrellas, ni la vía Láctea pueden hacerte saber lo mucho que quiero hacerte feliz, es tan inexplicable y hermoso a la vez, eres tan malditamente perfecto, gracias por todo, por permitirme ser quien pueda ver tu linda cara al despertar, en cualquier momento, en cualquier lugar, agradezco al universo por haberte puesto en mi camino ese día, si nunca hubiéramos chocado no tendría la dicha de disfrutar este momento como se debe, contigo.

—Binnie, yo también te amo, demasiado, cada día se siente como el primero, amo cada pequeño detalle de ti, amo todo, quiero tenerte siempre aquí, tener una pequeña niña, ser lo que siempre quisimos, quiero cumplir mi propósito contigo, te agradezco por hacerme sentir seguro, por hacerme saber lo lindo que soy, por demostrarme una y miles de veces que eres el chico correcto, Changbin, gracias por ser parte de mi vida.

Y el silencio invadió el momento, ambos se abrazaron mientras Changbin dejaba ligeros besos en la nariz de Hyunjin, y el contrario volvía a llorar, porque no era de tristeza, se sentía feliz, Changbin era su destino, y supieron manejar sus problemas, aún faltaba más por vivir, pero mientras se apoyaran el uno al otro podrían vencer hasta lo imposible.

Al llegar a casa el pequeño gatito salió al aire, y Changbin lo tomó en brazos, admirando aquel bello pelaje, sin duda un ser totalmente adorable.

—¿Cómo le llamarás, Hyung?— Preguntó el alto con curiosidad, Seo sonrió sinceramente y observó una vez más al felino, para después comenzar a hablar.

—Nini, ese será su nombre, porque es tan lindo y tan tranquilo como tú, su belleza es incomparable y tiene pinta de ser como tú.

Hyunjin sonrió por milésima vez en el día y observó la felicidad de su mayor.

Guardaría esta vida en su corazón y rogaría por volver a vivirla mil veces más, porque nunca se cansaría de admirar esa bella historia.

End.