El café - Cap 5

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-"Yo..."- no sabía qué contestar a tal pregunta, sin tampoco sabía lo que había pasado exactamente.

Toji se separó de mi.

-"Está bien si quieres olvidar nuestra cena."- comenzó a decir.-"Podemos actuar formales aquí."- tomó una postura de seriedad.
-"Sólo..."
-"Eres mi jefa ahora, entiendo."- interrumpió.

Quería preguntarle lo que había pasado realmente ese día pero, no me atrevía.

-"Bien, entonces comencemos el recorrido."- dije para tomar una postura seria también.
-"La sigo, jefa."- habló atrás mío.

Escuchar cómo me llamaba jefa me traía recuerdos de aquella cena y aquellos fragmentos de recuerdo que tenía.

-"Bien."- dije volteando e intentando no flaquear.

Comencé el camino por el pasillo para presentarle los ambientes disponibles.

-"La primera puerta es un almacén para nuestros breaks, encontrarás café, piqueos, cosas dulces y algunos buenos licores."- reí ligeramente enseñándole el interior.-"Aunque claro, está estrictamente prohibido ingerir alcohol si estás en horas de trabajo. Oh y si te apetece otra cosa puedes pedir algo desde el teléfono de tu oficina."- expliqué.

Toji sólo me miraba con las manos en los bolsillos.
Su mirada me hacía sentir pequeña, era tan intensa que podría atravesarme balas.

-"Siguiendo..."- cerré la puerta del almacén.-"Tenemos el almacén de papelería y demás, puedes agarrar las hojas que necesites, hay lápices, lapiceros y demás. También hay una impresora aquí, por si la de tu oficina no funciona."- le mostré aquella impresora.-"Es bastante moderna por lo que se te podría dificultar su uso."
-"No, está bien, es como la que tengo en casa."- habló Toji.
-"Oh bueno."- este hombre debía tener mucho dinero.-"bien, entonces..."- salí del almacén.-"Siguiendo tenemos las oficinas de Suguru Geto y Satoru Gojo."- enseñé dos puertas juntas con unas estúpidas decoraciones en las puertas que decían "Vecino de Geto" y "Vecino de Gojo" respectivamente.
-"¿Y la tuya?"- preguntó.
-"Oh está ahí."- señalé una puerta al otro lado del pasillo y más alejada.
-"¿Por qué? Si puedo preguntar."
-"Ellos suelen ser ruidosos, por lo que cuando construimos esto pedí una oficina alejada."- expliqué.-"Oh esta es la sala de reuniones."- mostré una puerta antes de mi oficina."- es habitual que solo nosotros tres estemos aquí pero pronto comenzaremos a traer personas importantes por lo que necesitaré todo tu apoyo."- le sonreí.
-"Y yo te lo daré."- ladeó su sonrisa.

Me sonrojé ante lo atractivo que se veía con el fondo de la ciudad atrás de él

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Me sonrojé ante lo atractivo que se veía con el fondo de la ciudad atrás de él.

-"Sigamos."- hablé rápido.-"Bien mi oficina."- abrí la puerta.-"Es bastante básica, mi escritorio, librero..."
-"Oh ¿te gustan de estos dulces?"- preguntó mirando un recipiente de vidrio en mi escritorio lleno de dulces.
-"Sí."- reí.-"Mis favoritos. ¿A ti también?"- pregunté ofreciéndole.

Él tomó uno gustoso.

-"Algo así."- miró aquel caramelo.-"Son los favoritos de mi hijo."- volvió su mirada a mí.
-"Oh sí, vi que tenía un hijo en su CV."- le sonreí amablemente.
-"Es un buen chico, tal vez a veces soy incluso cruel con él."- pareció recordar algo pues su linda mirada pronto cambió a una triste.
-"No todos somos perfectos."- caminé hacia él.-"Estoy segura de que él te quiere."- arreglé un poco su corbata.
-"Gracias, jefa."- me sonrió.

Me separé nuevamente rompiendo el momento que habíamos tenido. Recordé aquel ¿sueño? Que tuve. ¿Qué tal si él era casado?

-"¿Y su madre?"- pregunté.-"Si no te molesta hablar de eso, claro.

Él río un poco.

-"Ella ya no está aquí."- dijo.
-"Lo siento."- me apresuré a decir.
-"Oh no, quiero decir que ella viajó a Canadá con mi otra hija, nos separamos y ahora la hermana de Megumi estudia ahí."- río.

Nuevamente quedé como idiota.

-"Oh."- reí avergonzada.
-"Bien, esta puerta da a tu oficina."- le mostré la puerta al costado de mi librero.-"Es por seguridad que esté conectada a mi oficina."- le indiqué.
-"Que conveniente."- sonrió, volviendo a su actitud divertida.

Él entró en esta.

-"Es bonita."- dijo.
-"Podrás decolorarla como desees."- expliqué.-"Sólo, ya sabes, nada tan..."
-"¿vulgar?"- río.
-"Sí."- hablé sintiendo el calor en mis mejillas.
-"No hay problema, tendré una buena vista."- me miró.-"Estar en el último piso es impresionante."- inmediatamente se volteó hacia la gran ventana atrás de su escritorio.

Seguido de eso salimos por la puerta de su oficina que daba al pasillo.

-"Ese living tiene acceso al gimnasio, piscina, comedor y campo de golf."- le mostré la última estancia del piso.-"Tienes acceso también a esos, sólo debemos sacar tu carnet para que puedas abrir las puertas fácilmente."
-"Me parece bien."- sonrió.-"Aunque ya lo saqué."- me mostró su carnet.

En la foto salía majestuosamente bien, a diferencia mía, de Satoru y de Suguru, había gente muy fotogénica.
Suspiré.

-"¿Te gustaría tomar un café?"- propuse.-"Hay algo que deseo hablar contigo."- decidida a preguntarle qué había pasado el otro día comencé mi camino hacia el almacén para traer los cafés.
-"No tengo mucho que hacer tampoco."- habló divertido.

...

-"Bien y ¿qué querías preguntarme?"- lanzó.

Habíamos estado charlando de unas cosas para que empezara a trabajar lo más pronto posible, lo cual, me había hecho olvidar mi verdadero propósito de este descanso.

-"¿Qué pasó ese día en la cena?"- me puse seria.
-"¿Cenamos?"- pareció confundido por mi pregunta.
-"¿Y después?"- Volví a preguntar.
-"Oh, te refieres a eso."- se incorporó en su silla echando su cabeza para atrás mientras me mostraba una sonrisa.
-"¿eso?"- pregunté aún más consternada aunque fingiendo desinterés dirigí mi taza hacia mis labios.
-"Usted se emborrachó, jefa."- me miró.

Un fragmento de recuerdo cruzó por mi cabeza y sin darme cuenta solté mi taza haciendo que esta se rompiera y parte del café mojara mi regazo y mis panties.

-"Mierda."- musité.
-"¿Está bien?"- preguntó el hombre frente a mí.
-"Sí, no me corté, solo me mojé un poco."- intenté disimular mi vergüenza.

Toji se agachó y hábilmente recogió los pedazos de taza mientras yo procuraba limpiar lo que más podía de aquel líquido en mi falda.
Me volteé a dejar las servilletas, aún sentada, y de pronto sentí las palmas de aquel pelinegro en mis pantorrillas.

-"¿Fushiguro?"- pregunté al bajar mi mirada y encontrarlo arrodillado frente a mí.
-"Sus medias."- habló mirando sin descaro a mis piernas.-"¿Le ayudo?"
-"¿Ayudarme?"- pregunté confundida por su cercanía.
-"A quitárselas."- subió su mirada.

Office | Toji Fushiguro (Nsfw)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora