CAPÍTULO 35

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Esa pregunta me deja pensativo, porque puede estar en lo cierto, ¿estaré dando por hecho lo que todos me han dicho o realmente es algo que por voluntad propia decidí? Quiero a Scarlett, pero no sé estoy seguro si se trata de un amor verdadero o un enamoramiento pasajero, no sé si dentro de 5 años seguiré pensando lo mismo de ella, o de nosotros.

— ¿Cómo podría hacer eso? Porque cada vez que creo tomar la decisión correcta nada cambia.

—Para aprender a tomar decisiones sobre nuestras vidas, es muy importante conocernos, estás perdido Alex, puedo notarlo —responde— no sabes donde perteneces, no sabes quien realmente eres, y ese es tu problema.

Crees conocerte, y todo lo que haces, lo haces basado en las suposiciones que has hecho tú mismo; así que antes de que puedas avanzar, debes de conocerte, sé que tienes dudas, y sabes quienes tienen las respuestas, no te contengas más y comienza a descubrir lo que realmente eres.

— ¿Cómo es que dice saber tanto sobre mi? —pregunto tratando de sonar lo más serio posible.

Tal vez por medio de esa prueba ahora están dentro de mi cabeza, sabía que algo no estaba bien.

—Así como tú, han llegado muchos —responde— puedes creerlo, o no, pero eres transparente hasta para los ojos de este ciego, Alex. Como te lo dije, fui como tú, estuve en tu situación, y pude aprender de ello; es por eso que me asignan a casos como el tuyo, porque sé como es el proceso, y se cómo llegar hasta el final de ese proceso.

Puede estar diciendo la verdad, pero eso de la prueba aún no lo puedo descartar, no quiero ser paranoico, pero esto realmente me aterra, ellos ya estuvieron dentro de mi mente una vez, no hay manera en que pueda comprobar que siguen ahí.

(...)

Al término de todas mis actividades, llamo a mamá, pero no responde y comienzo a preocuparme, así que rápidamente registro mi salida y me apresuro en salir del clan. Reviso en mi móvil la dirección, pero he olvidado ajustar eso y las indicaciones que arroja, son para llegar a casa, en la manada.

Respiro profundo y trato de recordar el trayecto que hicimos en el auto.

Llamo a mamá una vez más y sigue sin responder, no quiero imaginar lo peor, pero mi mente es especialista en eso, así que guardo el móvil en mis vaqueros y corro por donde creo haber pasado antes de llegar.

¡Maldición! Debí de ser más precavido, ni siquiera tengo el número de teléfono fijo para llamar y saber si por lo menos ellas están bien y mamá simplemente no ha escuchado su móvil.

—¡Alex! —escucho a alguien gritar mi nombre.

Giro en dirección al llamado, y puedo ver una melena castaña con tintes rubios acercarse.

—¡No vuelvas a hacer eso! —exclama Mali y suena molesta— Le prometí a tu madre que te devolvería vivo, ¿Cómo se te ocurre salir sin tener conocimiento de donde te encuentras?

—Somos mitad lobo, podría usar el olfato —respondo y la veo rodar los ojos.

—Tal vez en tu manada eso te funcionara, aquí estas en una gran ciudad con una gran población, cualquier persona que pasara mínimamente cerca de Alysa podría impregnarse con su olor, piensa con más claridad.

—Tal vez tengas razón, lo siento.

—No, por favor discúlpame —suspira— Eres mi responsabilidad ahora, y bueno, no era mi intención decir eso, me estreso con facilidad y el trabajo con los demás chicos me tiene algo estresada, no encontrarte fue un detonante para todo lo que llevaba dentro y...

—No te disculpes, olvidemos eso y llévame a casa —la interrumpo— mamá no ha respondido mis llamadas y eso me preocupa.

—Está bien, regresemos al clan, un auto nos espera allá.

No respondo nada. Solo la sigo camino de regreso al clan, y el camino es tan silencioso que incluso me siento incomodo, pero lo que me preocupa más en este momento no es iniciar una conversación, necesito saber cómo están mamá y Lexi.

—Tardará un poco —dice en cuanto llegamos— tenemos que llevar a algunos chicos, pero por suerte eres el tercero en el recorrido.

—¿Puedes darme un estimado de tiempo? —pregunto mientras miro la hora en mi móvil.

—25 minutos tal vez —responde— no estoy muy segura.

—No quiero ser grosero, pero ese fue el tiempo que me tomo llegar hasta acá y haciendo paradas en distintos puntos tomará más tiempo, ¿sabes la dirección de mi casa?

La veo hacer una mueca y sacar su móvil, buscando algo en este.

—Yo no sé la dirección, pero ya he hablado con Gabriel y dice que Alysa está bien, ella está durmiendo, tal vez por eso no te respondió —dice con una sonrisa— ya no te preocupes más, una mujer de su clan se encuentra con ellas esperando a que tu llegues.

Su respuesta no me deja muy convencido, pero parece que no tengo otra opción más que ir con ellos y esperar que mamá este bien.

—¿Vienes con nosotros, Lex? —pregunta uno de los chicos que he conocido antes.

—Claro —respondo y me acerco hacia donde se encuentran los demás.

Veo como Mali sigue escribiendo algo en su móvil, y aunque Gabriel y toda su gente me inspiren desconfianza, esta vez tendré que confiar en ella.

— ¿Tienes una hermana más pequeña dentro de otro clan, verdad? —pregunta uno de ellos.

—Si, Lexa —respondo con una sonrisa.

—¡Claro, Lexa! —ríe— estuvo en casa con una de mis hermanas hace poco, y en cuanto te vi sabía que yo ya había visto esa mirada.

—Pareciera que tomaron tu nombre y solo llevaron la "A" al final.

—Es algo así —rio— uno de mis hermanos, el que es de mi edad, se llama Axel, y mamá quería para nuestra más pequeña hermana, un nombre similar al de sus primeros hijos, así que solo tomo el nombre de Axel al revés, y tenía similitud con mi apodo, Lex.

LunaWhere stories live. Discover now