Capítulo 1

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Me desperté de mal humor, eran las 9:37 y era sábado, oía a mi madre gritarme desde el piso de abajo y decirme –¡Salma levántate, ya ha llegado Mar!

Ella es mi mejor amiga desde la guardería y siempre venía los sábados por la mañana a mi casa, una vez aquí nos íbamos a la calle o nos quedábamos en casa. Esta vez mis padres y mi hermana se iban a ir a la ciudad y no volverían hasta mañana por la tarde, así que nos quedamos en casa y Mar se quedaría a dormir.

–¡Salma baja ya! –Me gritó mi madre.

–¡Voy mamá! –Exclamé.

Me vestí rápido, me puse una camisa negra, encima una sudadera negra, unos pantalones negros, unos calcetines negros con cerezas y unas zapatillas negras también, me gusta mucho el negro, de hecho casi toda la ropa que tengo es negra.

Bajé las escaleras rápidamente y ahí estaban mi madre y Mar.

–Pensábamos que no ibas a bajar. –Dijeron mi madre y Mar a la vez.

–Salma, ya nos vamos, en el microondas tienes unos macarrones para que comáis y en la nevera una pizza para cenar. –Me dijo mi madre.

–Vale mamá, adiós. –Le dije deseando que se fuera.

–Ay como eres, adiós, te quiero. –Dijo mi madre riéndose.

Cerraron la puerta y nos quedamos Mar y yo a solas.

–Nos hemos quedado solas... –Dijo Mar con una mirada pervertida.

–¡Véte a la verga! –Le contesté con un falso enojo, me pongo muy nerviosa cada vez que hace algo así.

Subimos a mi habitación y estuvimos hablando hasta la hora de comer. Comimos los macarrones que estaban en el microondas.

Al acabar de comer salimos a la calle a tomar el aire, o al menos esa era nuestra intención, porque nos quedamos hasta muy tarde fuera, se estaba haciendo de noche, cada vez que estoy con Mar pierdo la noción del tiempo.

Entramos en casa para cenar, puse la pizza encima de la mesa y le dije a Mar que pusiese algo en la tele mientras yo iba al baño.

Cuando volví me encontré a Mar simulando el acto de la masturbación sobre sus pantalones mientras miraba la tele, ¡Era una película porno!

–¡Mar! –Le grité.

–Ay me has pillado... –Dijo dejando de simular esa acción y poniendo una mirada pervertida.

–¡Quita eso de la tele! –Le ordené.

No me hizo caso, así que me tocó quitarlo a mí.

Estuvimos cenando, y cuando acabamos fuimos a mi habitación, estuvimos hablando hasta que nos entró el sueño.
Como solo había una cama nos tocaba dormir juntas, yo no tenía ningún problema con eso y creo que ella tampoco.

Cuando nos acostamos pasaron unos 5 minutos hasta que noté una presión en mi pecho izquierdo, mire hacia él y ¡Mar me estaba tocando una teta!
No me incomodaba, es más, creo que me gustaba. Con su mano en mi pecho izquierdo nos dormimos.

A la mañana siguiente me desperté y no vi a Mar en la habitación.

Se abrió la puerta y ahí estaba Mar.

–¿Qué tal has dormido? –Me preguntó con una mirada un poco sospechosa.

–Bien... ¿Y tú? –Le contesté.

–Magnificamente. –Me respondió.

Me vestí y fuimos a desayunar.
Cuando terminamos de desayunar me di cuenta de que ya era hora de que Mar se fuese.

Le acompañé hasta la puerta y me
despedí de ella mientras me sonrrojaba recordando como me agarró la teta anoche.

A los pies de mi amaWhere stories live. Discover now