Siempre he vivido bajo la sombra de mi "amiga". Siempre he querido ser yo misma, pero hasta para mi es difícil, ya que toda mi vida ella ha estado conmigo.
Pero no sabia que él me observaba de lejos.
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*Capítulos cortos
*Heterosexual
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Miré las fotos de la página. Sale el vídeo de la escena de unos minutos atrás y fotos de Hwa con Doyoung, ambos uno frente al otro mientras hablaban.
—Y hay más — quitó la página y puso otra.
—El mejor de los tigres relacionadose con la fantasma de la escuela y la mejor bailarina enloquece — leyó aquello que estaba escima de las fotos, es las que salimos DoYoung y yo tomados de mano.
—¿Quién escribió esa mierda?— señalé la pantalla mientras los miraba.
—No sale, las publicaciones son anónimas, y hay varias personas comentando— dijo Chan aún sin despegar la vista de la pantalla.
—Lo más seguro es que es alguna fanática o fanático de ustedes dos, mira como se refiere a las mujeres, en cambio a ustedes no los ofende— mencionó el chico de pie junto a mí.
Apreté mis labios mientras ponía mis manos en mi cintura.
Pase mis manos por mi rostro y alborote mi cabello, no quiero involucrarla en todo esto.
—Se sincero Taehyung— habló Chan y lo miré, cerró el portátil y levantó la vista— ¿Qué sientes por esa chica?—
Apreté mi mandíbula.
—Me gusta— solté de golpe, sin miedo a que me juzgaran o no.
—Increible— río BaekHyung— El chico serio y frío de toda la escuela le gusta una chica— vino hacia mi y paso su brazo por encima de mis hombros— Pensé que eres gay, bueno después de haber terminado con la reina del baile, pensé que te habías pasado de bando— lo miré entrecerrando los ojos y él rió, Chan también lo hizo.
—Por eso siempre estabas mirandola— aquel chico se levantó de donde estaba.
—La acosa— chilló Baek y lo alejé de mí.
—Dejenme en paz ¿Quieren?— empecé a quitarme mi chaqueta.
—Imposible hermano, no le diremos a nadie lo que sientes por esa chica, pero no te dejaremos en paz, eso es imposible— rodé los ojos y fui hacia el baño.
—¡Te amo DoYoung!— Chan Trató de imitar mi voz mientras cogía las manos de Baek.
—No, yo no puedo sentir lo que sientes, perdona— este le dio la espalda mientras fingía llorar.
—¿Por qué no?— lo abrazó por atrás y Baek ahogó un gemido, yo me recoste al marco de la puerta mientras me cruzaba de brazos. No pueden ser más payasos.
—Porque yo no te amo— le respondió y me repuse, suspiré, y cerré la puerta del baño para ir hacia el lavabo y abrir el grifo del agua.
Mojé mi rostro y levanté la vista para verme en el espejo.
—De seguro y no siente lo mismo que yo siento por ella— apreté mis labios con fuerza— Pero tampoco dejaré que le hagan daño—
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