barco

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Hace más de un año que me subí a este barco porque la arena de la playa me lastimaba, me raspaba, hacía que mis rodillas sangren y me irritaba todo, no hay nada peor que tener arena en el culo.

Hace más de un año que mi piel esta sana, contenida por las suaves camisetas que uso todos los días con 3 buzos arriba, viste que arriba de un barco en el medio del mar, con el agua y el viento el frío es bastante fuerte, los dedos de mis manos suelen estar azules, no hay ninguna mano que se amolde a la mía para transmitirme de su calor.

Hace más de un año que mi bronceado desapareció, la agradable sensación de estar tirada en la arena y que el calor me envuelve, de sumergirme en el mar y con los dedos de mis pies tocar la arena del fondo y enterrarme en esa textura. El verano pasó hace mucho.

Hace más de un año no transpiro, ni estoy flechada por el sol. Era malditamente doloroso no poder dormir en las noches por el dolor de mi piel expuesta largas horas a los rayos porque hacía tanto calor que no podía estar de otra forma que no fuese desnuda, era un calor abrasador que salía desde mis entrañas y me envolvía, me embriagaba y no me dejaba pensar en nada más que el fuego que me rodeaba, mi cerebro quedaba en blanco disfrutando del momento, dejándose llevar.

La playa y el verano fueron hermosos en sus momentos, aprendí como se hacen los castillitos de arena y a enterrarme hasta la cabeza, a hacer fogatas y juntas piedritas lindas que traían las olas, pero cuando empecé a darme cuenta que también me lastimaban no quería más estar en ese verano eterno.

Tuve que tomarme un barco para poder cuidar de mi piel y mi cuerpo, estaba levemente deshidratada después de tantas horas con nada más que agua salada, mi estomago necesitaba comer algo más que simples algas a la plancha, entonces me fui. 

El frío del barco a veces me paraliza, mis pies se enfrían tanto que parece que fuesen hielo y ante el menor toque se rompen, no hay piernas en las cuales los puedo envolver para calentarlos. La punta de mi nariz se pone roja y no hay nadie que la bese, a veces me entra el chiflete por abajo de la remera que olvide de poner adentro de mis pantalones, porque me olvidé pero no porque alguien me la desacomodó.

Estoy muy lejos de la playa y no tengo ganas de volver a ella, dentro de poco llegamos a la ciudad de mis sueños y finalmente voy a poder recorrer los museos, voy a tener botas, la remera bien metida en mis pantalones y un café en las manos para calentar el alma; solamente pensé que estaba bueno recordar los tiempos de bronceado siendo que ahora estoy tan blanca.


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⏰ Last updated: Jun 17, 2021 ⏰

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