Capitulo 50

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Verano II

La noche absorbe toda la luz de la ventana en una neblina constante por encima de los antiguos edificios que puede observar.

Es la elección retirar todos los encantamientos que cubrían las ventanas en paisajes de los jardines de su antigua división, desde su lecho un suspiro cansado Alphard razona que aunque no fue por los mejores motivos... una orden absurda del ministerio... ahora están dejando ir una pequeña parte de su vieja vida al permitirse ver el verdadero mundo fuera de su hogar.

Las redadas son constantes, sus pisos son desnudos y sabe han perdido tantos muebles por la innecesaria búsqueda brusca alrededor de las habitaciones... pero sonríe satisfecho, cualquier libro, cualquier objeto mágico o ingredientes culposos han sido removidos desde que predijeron las acciones de un gobierno desesperado por encontrar algo que pudiera hundir más el renombre de la familia Black.

Era una fortuna que fueran personas adiestradas en estrategias y política, que alguna vez estuvieron en una posición de gobierno donde era necesario controlar los pensamientos de las multitudes... pronosticar la actitud del ministerio fue realmente fácil.

No han perdido demasiado para ser preocupante, puede que no tengan el mismo peso que otros años, que a su Onii-san le hayan retirado cualquier influencia externa (como el Profeta) o interna con el ministerio y los constantes cateos... pero nada de alarma.

Tampoco son sumisos, tienen una deuda pendiente con Cornelius Fudge... pero aun desean mantenerse al margen de controlar el ministerio, pero si vuelve a insultarlos de una manera intolerable e injusta... siempre podrían adelantar el golpe de estado ¿no?

Siente la tos viniendo en oleadas interrumpiendo sus pensamientos, cierra sus ojos en acciones que no extrañaba y la enfermedad lo abruma con un dolor tan similar a su larga vida como Shinigami.

Esta vez no es Mimihagi-sama.

Su recaída es fuerte, la maldición penetra sus pulmones y solo por resistencia o tal vez costumbre, Jushiro soporta dignamente aun cuando se derrumba en su lecho sin aliento, mira el techo sin en verdad ver extrañando mucho la mano bondadosa de Retsu.

Lo siente venir, no se asusta cuando la puerta se abre sin tocar cuando Dafira asoma su cabeza blanca entre las sombras dejando la luz del pasillo ingresar a la habitación -¿Ototo-san?- pregunta con un tono aparentemente despreocupado, pero sus ojos plateados vigilantes en su forma débil.

-Solo un ataque- dice sin aliento forzando una sonrisa suave en sus rasgos, Alphard espanta con otra pequeña tos arruinando su fachada fuerte.

Se desliza dentro con pasos silenciosos mostrando su pijama negra, el que antes fue Ichimaru se detiene justo a su lado dejándose caer sin gracia -Puedo obligar a Urahara a regresar- ofrece casualmente.

Una sonrisa fantasma, sus intentos son divertidos de ver pero ambos saben que no es opcional, el tendero se marchó la semana pasada dejando solo planes de contingencia y varias casas de seguridad ya sea para su uso o los que pudieran llegar -Sabemos la respuesta- se limita a decirle pero era verdad, lo que sea este pasando en karakura es de prioridad.

Eran entrenados con la mentalidad de shinigamis, el equilibrio era más importante que sus circunstancias o la de cualquier vivo, siempre fue así.

No pertenecen a su jurisdicción.

Una sonrisa hueca resuena por la garganta del mayor, sus ojos plateados parece coincidir en lo no dicho pero para alguien siempre egoísta, su prioridad es su gente no el mundo... pero no es lo mismo para su joven cargo al que le debe lealtad.

Gin desea que sea sanado era su familia a la que prefiere tener más tiempo a su lado antes de pasar de nuevo a la segunda vida donde todos saben que fue un traidor -El chico Quincy- ofrece como segunda opción.

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