Capitulo 4. |Confusiones|

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(Narra Ana)

Abro los ojos y lo primero que veo es a Mimi salir por la puerta.
Me levanto, me visto y salgo por la puerta como Mimi lo había echo hacia menos de diez minutos.

Lo primero que veo al llegar a la cocina es a Miriam preparando el desayuno.

-Buenos dias leona- me acerco por detrás y le ayudo a llevar los platos hacia la piscina, que era dónde estaban los demás.

Entramos otra vez a la cocina y antes de que me diera tiempo a empezar la conversación que dejamos a medias ayer Miriam lo hizo por mi.

-Ana- Miriam me cogió de la mano y creo que me puse igual de roja que un tomate- ¿Hablamos?

-Miriam, yo no te quiero perder por nada del mundo- Miriam sonrio, así que continué- Siento mucho si lo de ayer te incomodó, pero yo quiero seguir siendo tu amiga y no quiero que nada cambie entre nosotras por un estúpido reto que hizimos borrachas.

-Me alegro de que lo veas así, porque yo también quiero tenerte cerca- Me tiró del brazo que aún me sujetaba y me abrazó, solo como ella sabía hacer.

Nos pusimos el bikini después de desayunar y nos metimos en la piscina junto con los demás.

-¿Has hablado con ella?- fue lo primero que Mimi me preguntó.

-Si, y cero que está todo arreglado- Mimi me abrazó.

-Yo voy a estar aquí, pase lo que pase, ¿eso lo sabes, verdad?- Asentí y me besó la mejilla- Y ahora bonita, solo tienes que hacer lo que te diga el corazón.

-No me creo lo cursi que ha sonado eso, y lo mejor es que ha salido de tu boca-

-Puede sonar lo cursi que tu quieres pero es lo que tienes que hacer. Y ahora se acabó la chapa-

Nos pasamos un rato mas en la piscina y después empezamos a preparar la comida.

-¿Que queréis de comer?- Miriam siempre encargándose de todo.

-Podemos pedir algo- Y Mimi haciendo lo que sea para esquaquearse.

-JAJAJAJAJA, está bien Mimi, pero que conste que lavas tu los platos-

-Está bien, pero Ricky y Cepeda ayudan- Ellos asintieron a regañadientes y llamamos a un restaurante chino para pedir la comida.

Nos pasamos el resto del dia vagueando y bañandonos varias veces en la piscina. Yo seguía sin despegar mi vista de la leona, y cuando lo hacía no me la quitaba de mi mente.

Pasaron las horas y nos pusimos a cocinar para ya cenar, yo ayudé a Miriam y a Amaia a preparar la comida. Amaia casi la lía, como de costumbre, pero al final conseguimos terminar la cena no muy tarde.

Dentro de mi cabeza no podían dejar de retumbar las palabras de Mimi.

"Solo tienes que hacer lo que te diga el corazón."

-Me voy a la ducha- Miriam desapareció escaleras arriba, sacandome de mis pensamientos.

(Narra Miriam)

Cogí las cosas y me fuí a la ducha.
Haber arreglado las cosas con Ana sentaba bien, yo también le había estado dando vueltas al tema y agradecía que estuviera solucionado.

Pero aún así me sentía mal, es decir,
estaba contenta de haber arreglado las cosas y tal, pero, en el fondo sentía que había echo algo mal, porqué aún así notaba que mi corazón no sentía lo que le había dicho a Ana.

Me meto dentro de la ducha, y noto que estoy a punto de llorar. Las lágrimas me empiezan a caer y se van mezclando con el agua del grifo.
Lo peor es que ni siquiera sabía porque estaba llorando, había arreglado las cosas con Ana pero es que me sentía fatal.

Unas vacaciones contigo.  ||Wariam|| ((Terminada))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora