Luz en mi oscuridad - Itachi y tu

Capitulo 6

Entre los arboles distinguí el cuerpo de aquel chico en el que no había podido dejar de pensar en toda la semana. Paralizada, me quede mirándole mientras que él seguía quieto oculto en las sombras de los arboles. Nerviosa me mordí el labio mientras pensaba que podía decirle para hablar con él, ¿me recordaría?, igual no se acordaba de mí. 

- ¡________!- escuché cómo Konohamaru gritaba mi nombre mientras venia corriendo con otra persona. Deje de mirar al chico para dirigir mi mirada a Konohamaru sintiendo como toda la presión de mi pecho desaparecía. 

- ¡Konohamaru!- dije abriendo mis brazos para que él se subiera en ellos como siempre hacia- ¡me habías asustado!- Konohamaru se coloco en mi espalda abrazándome a mi cuello. 

- ya te dije que soy el mejor ninja, no tienes que preocuparte tanto por mi prima- dijo el jugando con mi pelo- y te presento a Raido- dijo el 

- ¿qué?- confusa miré donde Konohamaru me señalaba para encontrarme con un chico alto, de pelo corto y castaño, con una gran cicatriz en su rostro. Cerré mis ojos muerta de vergüenza por lo que Konohamaru pudiera haberle dicho a aquel chico. 

- ya te dije que era guapa ¿verdad?- dijo Konohamaru haciendo que mis mejillas se pusieran rápidamente rojas mientras que chillaba su nombre. 

El chico se llevó una mano a su cabeza mientras sonreía tímido. Madre mía, quería desaparecer en ese momento. 

- encantado- dijo Raido extendiéndome su mano, tímida y avergonzada le cogí la mano devolviéndole el saludo. 

- lo siento por lo que te haya podido decir Konohamaru

- no te preocupes....¿_______?

- oh sí, claro, perdón, soy _______, la prima de este revoltoso niño- sonreí educadamente. 

- Raido- dijo él.

- ¿era a quién estabas buscando?- pregunto Konohamaru. 

-¡cállate ya!- le dije en un susurro. Inconscientemente dirigí mi mirada al sitio al que antes había visto al chico en el que realmente estaba interesada y un dolor apareció en mi estomago cuando me di cuenta de que ya no estaba allí. 

- será mejor que volváis a la aldea- dijo Raido- este no es un lugar seguro para vosotros. 

- muchas gracias Raido y perdona las molestias que Konohamaru haya podido ocasionar- dije alejándome de él con mis mejillas coloradas por la vergüenza y una tímida sonrisa en mi rostro. Había sido una de las situaciones más vergonzosas de mi vida. 

****

Intranquila, caminaba de un lado a otro de mi apartamento intentando ordenar todos mis pensamientos. Miles de ideas cruzaban mi mente de formas que tenia de volver al bosque para encontrarme con el ninja misterioso pero a la vez sabia lo arriesgado de ir. Mire por la ventana, en pocas horas anochecería. Me senté en el sofá sabiendo que era mala idea ir ahora al bosque y luego el camino de regreso a casa, pero, a la vez sabia que me arrepentiría todo el día si no iba y que no podría dormir en toda la noche si seguía sin conocer la identidad de ese chico. Sin pensármelo más, cogí las llaves y salí de casa. 

Superé todos los obstáculos del camino y llegue como siempre al camino del bosque que siempre seguía. Por suerte para mí el sol seguía en el cielo iluminando el paisaje con una luz anaranjada que le daba al bosque otra tonalidad de sombras igual de bonita que un amanecer. Había llegado ahí y no tenia ni idea de que era lo que iba a hacer en caso de encontrarme con él, o si no lo veía. 

Llegué hasta mi zona habitual en el bosque, mire el agua de color naranja debido al cielo, y al rededor pero no había nadie, así que comencé a andar introduciéndome más en el bosque. El corto vestido que llevaba se había trabado con varios matorrales por el camino que habían arrancado parte de la tele de este y habían provocado algunas heridas en mis piernas descubiertas. No se el tiempo que llevaba caminando pero me estaba dando cuenta de que no había sido una buena idea, mis piernas escocían debido a las pequeñas heridas y estaba destrozándome el vestido, además, le quedaba poco tiempo al sol para que desapareciera y no quería seguir en ese frondoso y abandono bosque si caía la noche.