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VICTORIA MI BOMBITA💣

Lascivos

Lascivos eran los sonidos que emanaban de esos dos cuerpos...

Los pongo en contexto.

El? Un villano con sed de venganza hacia su padre

Ella? Una estudiante que cursaba su ultimo año en la UA

Irónico.

Se conocieron en esa fiesta a la que ella se escabullo ya que su tutor no la dejaba salir tanto, ya que por ser alumna de la UA tenia que mantener bajo perfil y altas expectativas, atenta, alegre, cordial, simpática JA... si la conocieran realmente.

Ella quiere peligro, pelea, es mal hablada cuando esta en confianza, lo mas importante, ella quería sexo, pero cualquiera no quería el típico idiota que habla y habla y al final no logra darle lo que ella busca, no.

Ella quiere alguien que le haga sentir el cielo y el infierno al mismo tiempo,que no hable, que lo haga.

Ella tan lista, coqueta, sensual.Tenia todo lo que cualquiera quisiera y fue justo lo que atrapo a ese pelinegro esa noche en aquel bar de mala muerte.

1, 2, 3,4 y con ese van 5 

5 idiotas intentando ligarla, ella no necesitaba decir ni una palabra, su mirada lo decía todo " fuera de mi vista idiota".

El pelinegro se acerco y se sentó a su izquierda pidió un trago y la miro de reojo

Victoria: No me interesas.

"Que te hace pensar que tu a mi si?"-pregunto el pelinegro.

Victoria: Si vas a ver a alguien aunque sea de reojo, asegúrate de hacerlo bien y de no ser tan obvio.

El pelinegro se limito a reír.

Victoria: Una mas por favor *mientras sacaba un billete de su cartera de mano*

"Ay no por favor déjame a mi" dijo el pelinegro mientras dejaba un billete sobre la barra.Por cierto, ya que te invite un trago, porque no me presento?Dime Dabi *extendió su mano*

Victoria: No te pedí que pagaras, puedo pagar mis propios tragos.

Dabi: Oh niña mala, entonces no hay nombre *rio*

Silencio...

Dabi: Bien entonces no hay bebida -dijo mientras tomaba de un trago ese pequeño vaso de licor.

Victoria: Hey! Yo ordene eso! Es mio!

Aquel pelinegro ni se inmuto, se acerco y la tomo del cabello mientras la otra mano hacia presión en su mandíbula para que abriera la boca.

Lo sintió, sintió esos labios acercarse a los suyos, esa lengua juguetear con la suya y ese liquido fresco pero que quemaba a la vez bajaba poco a poco por su garganta hasta que finalmente lo trago por completo.