Watching de heidi

1. Una chica muy extaña

Es una mañana muy soleada en los Alpes, los rayos de sol de la mañana, los pajaritos cantando alegremente, y la suave brisa agradable y refrescante, entra por la pequeña ventana de la cabaña del abuelito, que dentro, duerme una pequeña niña llamada Heidi de 9 años de edad que duerme alegremente en su cama echa de heno.

Al poco,está empieza a despertarse, cuando abre del todo sus ojitos, mostró una gran sonrisa.

-Heidi: -ya es de día -dice muy alegre, levantándose de la cama de un salto, se viste muy rápido, y baja corriendo por las escaleras, con mucha alegría -¡abuelito! ya estoy des.... -no consigue acabar su frase, porque, se ha dado cuenta, de que no esta allí su abuelito, esta todo aquello vacío -¿Abuelito....? -extrañada.

También se cuenta, de que Niebla, el perro grande de la familia, tampoco lo había oído ladrar desde que se había levantado, y eso era muy raro, porque él siempre ladraba cuando Pedro llega con las cabras para llevarlas a los prados.

-Heidi: -(tal vez este el abuelito en su taller, y por eso no está aquí) -pensativa, se va corriendo a la puerta y la abre como ella suele hacer, al salir u va directamente al taller, pero también ve, que está vacío -¿Eh? -sale del taller y empieza a mirar por los alrededores, muy extrañada -¿Abuelito? ¿Niebla? -dice, empezando a preocuparse.

Ahora que también había caído, tampoco veía a Pedro llegar ni lo había oído silbar,l o que le parece muy extraño porque a esa hora, ya debería estar allí, Heidi empieza a asustarse mucho, está a punto de irse a la casa de Pedro para ir a ver qué pasa, pero entonces, empieza a escuchar un tarareo, cerca del establo donde están blanquita, Diana y Bonita.

-Heidi: -¿Eh? -extrañada, se dirige allí asoma la cabeza -¿Abuelito, eres tú? -cuando se fija mejor en quién esta allí, se de cuenta, de que no era su abuelo.

Es una muchacha, más o menos de 13 o 14 años de edad, parece que era un poco más alta que clara, tiene el pelo castaño oscuro, largo y ondulado, y los ojos den mismo color, lleva un vestido rosa y blanco de campesina de manga corta, Heidi se fija, que está tarareando una melodía mientras está ordeñando a blanquita

Heidi: extrañada pero también muy curiosa, se acerca a la chica -eh..... ¿Hola?.

-?????: -¿eh? -se gira para mirarla -ah, veo que te despertaste, dice con una gran sonrisa, antes de volver otra vez su mirada a lo que está haciendo.

-Heidi: se acerca mas a la muchacha, mirado como ordeña como si nada pasará -perdone..... ¿Quién es usted, y donde está mi abuelito?.

-????: -uh, que modales son los míos pequeña -vuelve a mirar a la pequeña -mi nombre es Mónica, tu abuelito me mandó aquí a cuidarte mientras él esta con Niebla en Maiensfeld comprando unas cuantas cosas.

-Heidi: -ah, menos mal me había asustado un poco -dice más tranquila, mostrando su sonrisa más alegre -soy Heidi -extiende una de sus manos.

-Mónica: se la coge -encantada de conocerte Heidi -le dice con una gran sonrisa -vete para dentro, yo te voy a servir el desayuno, voy a acabar de ordeñar y voy en seguida.

-Heidi: solo asiente y se va corriendo a la cabaña, muy alegremente.

-Mónica: cuando ve que se a ido dentro de la cabaña, suspira -malditos sea..... Eso me pasa por confiarme tanto.... No debería haberme parado a coger provisiones -vuelve a suspirar -bueno.... Pues tendré que hacerlo otra vez con a los demás.... -se mete la mano en el bolsillo, y saca un montoncito de polvo blanco, y lo echa en la leche que acaba de ordeñar -no quería hacer esto porque Heidi es mi niña favorita..... Pero no tendré más remedio -suspira y sigue ordeñando un poco más, para llenar más el bol.

Minutos después.

Mónica está ya adentro, sirviéndole a la pequeña que ya estaba sentada en la mesa, el bol de leche de cabra y un plato con pan y queso.

-Mónica: -aqui tienes pequeña, disfruta del desayuno -dice con una gran sonrisa.

-Heidi: -gracias -dice sonriente, y empieza a comer lo que le ha dado la muchacha, con muchas ganas -tengo curiosidad, ¿como conoces a mi abuelito?.

-Mónica: -bueno, lo conocí de casualidad cuando me mudé al pueblo de Dorfy hace poco, estaba desorientada y no sabía cómo llegar y entonces..... -se fija que la pequeña, empieza a beber la leche un gran sorbo, sonríe satisfecha -...... Y me lo encontré de casualidad, y el me ayudó , desde entonces siempre eh podido contar con el.

-Heidi: -no me extraña, mi abuelito es muy bueno, por eso lo quiero muchísimo -dice muy alegre, con una sonrisa de oreja a oreja.

-Mónica: -no tengo duda de ello -le devuelve la sonrisa, viendo cómo Heidi acaba de comer y beber todo lo que le había dado -bueno ... ¿Que te parece si vamos afuera a tomar aire? Seguro que tienes ganas de jugar un poco ¿verdad?.

-Heidi: -si, además Pedro aún no ha llegado, seguro que ya estará por venir.

-Mónica: -¿Quién es Pedro? -pregunta curiosa.

-Heidi: -es un amigo mío, se encarga de llevar las cabras del pueblo a los pastos para que coman, y también las nues...... -no consigue acabar lo que está contando, porque nota, que la cara de la chica está empezando a verla borrosa y a darle vueltas -mmmm..... -se lleva una mano a la cabeza, algo dolorida.

-Mónica: -Heidi ¿Estas bien?.

-Heidi: -si..... Sera porque como demasiado deprisa, vamos -baja de su asiento, pero de pronto, siente que toda la habitación de vueltas, -ehhh -se siente tan mareada, que acaba cayéndose al suelo, totalmente pálida.

-Mónica: suspira y se levanta, se acerca y se agacha junto a ella -lo siento mucho de verdad.... Pero no tenía más remedio que hacerlo, si quiero que el plan salga bien -dice con un poco de tristeza.

-Heidi: desorientada y con la visión muy borrosa, empieza a cerrar los ojos -no-no m-me.... En.... -dice débilmente.

-Mónica: le acaricia el pelo con suavidad -tranquila, verás como dentro de unas horas estarás mejor -con cuidado la coge en brazos a Heidi, que ya se había quedado inconsciente en sus brazos -vámonos con los demás, espero que no se hayan despertado.... -murmura para salir, antes de salir de la cabaña con la pequeña Heidi.

Continuará...