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- ¿A dónde vas tan rápido? - me susurró al oído el chico que se había colado en el baño de mujeres.
- Heeseung - pronuncié a la vez que aparté su mano de mi muñeca y giraba mi cuerpo para enfrentarlo.
Quería mantenerme intimidante pero el hecho de que estuviera cerca mía y más siendo tal alto me hacía sentir pequeña... odiaba eso de él.
- ¿Qué coño quieres? - escupí lo más borde posible para que notara lo mucho que me asqueaba su presencia.
- Hey relaja nena - dijo mostrando su reluciente dentadura con una sonrisa ladina mientras terminaba de cerrar la puerta del baño. - ¿Qué haces con el grupo de Soobin? - preguntó frunciendo el ceño.
- ¿Celoso? - respondí tratando de hacerme con el control de la situación.
- Mira Hye, te voy a ser claro - dijo acercándose aún más a mi haciéndome retroceder hasta chocar con la pared, ¿es que no entiende el concepto de espacio personal? - No se qué cojones haces aquí pero es muy peligroso meterse en este mundo y tú lo sabes muy bien ¿por qué tan así de repente? Nunca te ha gustado esto - sentí como con cada segundo que pasaba se iba sintiendo más y más frustrado.
- No eres nadie ni sabes nada de mi como para opinar de mi vida - dije completamente seria, me estaba cabreando.
- No soy nadie ¿no? - dijo sonriendo de forma sarcástica mientras apartaba la mirada de mis ojos para volverla a poner en unos segundos estando completamente serio, tan bipolar como siempre.
No ha cambiado...
- Hye nunca me has querido hacer caso pero por una vez en tu vida hazlo joder. - suspiró. -Ese nuevo grupito en el que estas es una auténtica farsa, está claro que no llegarán muy lejos y acabarán todos con la policía, como la mayoría de los que se enfrentan a los míos - dijo de una forma clara y directa, juraría que también preocupado, pero eso es un sentimiento que no existe en él.
- Heeseung no tienes ni idea de lo que hablas y por una vez en tu puta vida déjame en paz, no soy una niña que busque tu ayuda joder - solté furiosa empujando su pecho para alejarle de mi.
- Si esto es por tu padre o Soobin que quiere aprovecharse de ti o sacarte dinero ... yo te puedo ayudar - dijo con una mirada indescifrable.
- Y ahora te preocupas, esto es flipante - pronuncié con sarcasmo rodando los ojos. - Aléjate de mi y no te metas en mi vida, ¿o es que no te quedó claro en su momento? - dije para luego empujarle con fuerza, acto que le pilló por sorpresa y aproveché para salir corriendo del baño.
¿Quién coño se creía para seguirme y decirme como no llevar mi vida?
Cuando pensaba que al fin podría liberarme de su presencia y superarle, aparece justo ahora, no cuando más lo necesitaba...
Le odio, fueron las palabras que repetí hasta encontrar a Soobin.
- Me duele la cabeza quiero irme a casa - solté sin más tratando de convencerle para que me dejara coger su moto e irme a algún sitio.
- Vale bien, te llevo a nuestro lugar - me susurró al oído para que pudiera escucharle mejor debido a la música y se fue a avisar a los demás.
Con rapidez y esquivando a la multitud que bailaba borracha, salí del local pudiendo respirar oxígeno al fin.
Eran las 4 de la mañana y hacía bastante fresco.
- ¿Quieres mi chaqueta? - oí de una voz femenina detrás mía, era Ryujin.
- ¿Tú no tienes frío? - pregunté mientras sentía como ponía la prenda sobre mis hombros.
- No te preocupes - dijo colocándose en frente mía. - Vamos linda, le he dicho a Soobin que yo te llevaba a casa - me cogió de la mano sorprendiéndome y me guío hasta su coche.
- Wow tiene pinta de ser caro - dije tratando de entablar conversación asombrada por el precioso vehículo.
- Una de mis mejores reliquias - contestó y se montó.
Estuvimos unos largos minutos en el coche hablando sobre temas triviales hasta que llegamos a lo que parecía un almacén.
- Bienvenida a tu nuevo hogar - dijo riendo mientras salía del coche y se acercaba a abrirme la puerta.
- Que caballerosa - dije ¿coqueta? realmente era una chica muy atractiva no se que me estaba pasando.
- Tengo mis dotes - contestó sonriendo haciéndola ver aún más sexy bajo la luz de la luna.
Llevaba una camisa blanca con los primeros botones desabrochados y unos vaqueros negros rotos.Con sus llaves abrió la gran puerta del lugar y entramos.
Me guió a mi habitación mientras me hacía un breve tour, no era un sitio muy grande.
- Tienes tu propio baño también y puedes dejar tus cosas en el armario. Si necesitas algo solo avísame, estoy en el cuarto de al lado - dijo mientras señalaba la puerta que estaba al lado de la de mi supuesta habitación.
- Muchas gracias Ryu - la apodé.
- Buenas noches linda - contestó y me dio un beso en la mejilla para luego meterse en su cuarto.
Yo hice lo mismo y me tiré derrotada sobre mi cama, habían pasado muchas cosas hoy...
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Road not taken, Heeseung
أدب الهواةLa hijastra de uno de los mayores jefes en las redes de prostitución de su país, obliga a su hija a participar en las famosas carreras de vehículos para conseguir algo más de dinero. Lo que ella no sabe es que conseguirá su objetivo con la ayuda de...