Destroy me

Capítulo 22

Cuando desperté, Colton estaba a mi lado. Era raro porque últimamente cuando despertaba siempre desaparecía. Pero esta vez estaba dormido, quizás por lo cansado que estuvo ayer o no lo sé. Se miraba tan relajado, parecía un niño bueno así. Nadie adivinaría que sería todo un caso. Le aparté algunos mechones de pelo de su frente y le deposité un beso cálido. En el fondo sentía que me estaba enamorando más y más de Colton Dashner. Y no sabía si eso era bueno o malo.

Colton se removió, pero no despertó, solamente se apegó más a mi. Me imaginé un futuro con Colton, un futuro sin miedos, sin problemas, sin preocupaciones. Eso me gustaba. Cuando creí que todo iba bien escuché pasos en las escaleras, pasos apresurados.

—Mierda —murmuré pensando en lo peor. Solo había una persona que podría venir a esta hora. Y estaba segura de que no era Angelique.

La puerta se abre y de ella aparece mi padre sonriente, una sonrisa que se le quitó en cuanto vio la escena: Colton y yo en mi cama. Colton en boxers y yo solo con mi camisón. Sí, era una escena terrible para un padre.

—Papá—murmuré muy bajo.

Mi padre se notaba decepcionado, abrió la boca para decir algo pero de ella no salió nada, solo negó con la cabeza para luego irse.

—Colton—lo removí— Colton, despierta —seguí removiéndolo, hasta que el chico despertó con pereza y me miró con ojos achicados.

—¿Qué pasa?

—Mi padre —me puse de pie— Mi padre nos vio —llevé una mano a la cabeza porque no sabía lo que pasaría después. Además de que era demasiado extraño que no se pusiera como loco y nos gritara de todo un poco.

Colton se reincorporó frunciendo el ceño.

—Mierda —buscó su camisa— ¿quieres que hable con él? Puedo hacerlo y decirle que estamos saliendo. No, que es algo más que solo salir.

—¿Harías eso? —creo que me brillaron los ojos, él se enfrentaría a mi padre por mi.

Colton se puso su camisa y ahora buscó su pantalón.

—Por supuesto, Monique, créeme —se acercó, acunando mi cara en sus manos— Haría lo que sea por ti, te protegeré siempre y no dejaré que nadie nos separe —me dio un beso cálido.

—Gracias —susurré.

—Pero démonos prisa, tienes clases —se puso su pantalón y luego sus zapatos.

—Tú también tienes clases —fruncí el ceño. Pero no me dijo nada a eso, quizás porque no tenía planeado ir—¿Colton?

—Quisiera ver algunas casas para nosotros —me dijo, lo cual me dejó sorprendida. —Pero primero hablaré con tu padre —me pinchó la nariz. —Vamos.

Me acomodé el pelo, Colton me tendió su mano para entrelazarla con la mía, la tomé. Los dos salimos de la habitación y bajamos las escaleras. Abajo estaba mi padre, estaba sentado en un sofá inclinado. Tenía sus manos juntas mientras miraba el piso. Se veía pensativo.

—Papá—lo llamé. Él ya sabía que veníamos por eso no alzó la vista. Me dolía su indiferencia, pero yo lo entendía.

—Monique... —murmuró— Necesito hablar a solas contigo.

Miré a Colton, él también me vio.

—Señor, el que tiene que hablar soy yo con usted. Monique es...

—Ella es una niña —mi padre ahora se puso de pie y nos vio amenazantes— Apenas tiene dieciséis años, ¿y tú cuántos tienes? ¿Dieciocho?

Colton no dijo nada lo cual me sorprendió, ¿entonces era mayor?