["KEYFRAME" Algo que parecía sencillo en un comienzo, pero que terminó marcando tu vida para siempre.]
✓Finalizada.
✓Fanfic hetero.
✓NO ES DE T/N.
✓Contenido +18.
✓Algo cliché.
✓Con algunas posibles faltas de ortografía que estaré arreglando con el...
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Taehyung me acompañó hasta el trabajo y dijo que vendría a buscarme apenas terminara mi turno.
Una vez entre al lugar, me dirigí a los vestuarios a dejar mis cosas allí y a ponerme mi delantal.
Salí de los vestuarios, entre a la cocina en donde empezaba hoy y puse manos a la obra.
Los pedidos hoy estaban algo recargados, el lugar estaba lleno, lo que provocaba que hubieran muchos mas pedidos de lo normal.
Pedían desde americano hasta irish.
Mi turno en la cocina ya había terminado y seguía el de la caja registradora.
Algunos clientes eran tolerantes y otros no tanto, más que todo los mayores. Solíamos darles dulces a los niños pequeños.
Mayormente salían felices las personas del lugar.
—Hola, ¿Me podrían dar un americano? Por favor.
Busco con mi mirada a la persona, y es Taehyung, su voz la reconocí perfectamente. A pesar de estar a unos metros de mí, pude escuchar perfectamente su voz.
Lleva prácticamente la misma ropa de hoy, solo que se agrego también un gorro.
Sigo atendiendo a las personas, recibiendo las tarjetas o dinero en efectivo, y regalándole dulces a los niños pequeños.
Devuelvo mi mirada a Taehyung y noto que me está mirando. Él me sonríe coquetamente mientras espera su café.
Luego de unos minutos, su pedido ya estaba, se lo entregan y se acerca a mí.
Me extendió su tarjeta de crédito y la tome. Realice todo el procedimiento y se la devolví.
—Te esperaré en el auto... —susurro.
Asentí.
Salió del lugar y seguí con lo mío.
[...]
Llegué al auto y subí.
Taehyung estaba recostado en su asiento mientras miraba su teléfono, tenía sus cejas levemente fruncidas, una de sus manos estaba sosteniendo su barbilla mientras que la otra sostenía el teléfono.
Toque levemente su brazo, y su mirada quedó puesta en mí.
—¿Pasa algo? pregunté.
Él estuvo callado un momento, dejó su teléfono en su regazo, y volvió a mirarme.
—Creo... Creo que mi papá le es infiel a mamá. —contestó sin más.
