Los Juegos del Hambre (One shots???)

Fibre Bissette (personaje propio)

Fibre Bissette solo tenia nueve años cuando decidió jugar con un amigo entre los cables de abastecimiento de energía general del distrito tres. La pequeña Fibre era extremadamente traviesa y no podía rechazar que la desafiaran, ella debía cumplirlo. Su amigo Jordan le había desafiado a usar los cables de alta tensión y de provisión general de energía para encender un carrusel miniatura que habían creado en la escuela. Sin embargo ella aumento la apuesta al decirle que no solo podría encender ese proyecto escolar sino que podría hacer una conexión lo suficientemente fuerte y segura para mantener encendido todos los proyectos que habían hecho hasta el momento.

La joven muchacha conecto cable tras cable, y logro realizar un solo circuito con 150 pequeños proyectos escolares. Ella no le tenia miedo a la electricidad, ni a la consecuencia de no saber usarla correctamente, había sentido como los voltios recorrían su cuerpo repetidas veces desde que tenia cuatro años, una vez mas o dos no le asustaban. Fibre tuvo éxito en su pequeño desafío, hasta que empezaron a volar chispas de cada lugar en el cual ramificaba la fuente central de electricidad y el distrito tres quedo arropado por oscuridad. Los agentes de paz no tardaron en llegar, después de todo esa era una zona prohibida y generalmente protegida, Jordan logro esconderse y Fibre no lo acusó ni lo culpó en los años consiguientes.

La muchacha fue llevada en custodia por 10 minutos al edificio de justicia, pero pasado este tiempo regresaron a la escena del crimen donde la niña se dio con la sorpresa de encontrarse con sus padres y al menos seis agentes de Paz

-Esta será una temprana lección de ciudadanía señorita Bissete- seseo un hombre corpulento de aspecto intimidante frente a ella. –Comiencen.

Los agentes de paz usaban unas armas que producían descargas eléctricas sobre la piel de su madre y padre. Ambos intentaron contener los gritos de dolor para no asustar a su preciada niña, pero era imposible contenerlo dentro, el dolor ascendía por la garganta y se expulsaba asi mismo traducido en gritos.

-¡Basta! ¡Basta, dejen a mis papás!- gritaba la niña con los ojos llenos de lagrimas mientras un agente la sostenía y obligaba a que su rostro se mantuviera fijo en la escena

-Fibre, dulce niñita mira en el problema que metiste a tu familia. Tus actos tienen consecuencias. Disfruta mirando lo que provocaste tu misma- anuncio el corpulento hombre que parecía estar al mando. Con un solo asentimiento de cabeza los agentes de paz continuaron con la tortura de los Bissettes.

Los gritos resonaron una y otra vez, Fibre podía ver como el mismo sector que recibía descarga tras descarga empezaba a ennegrecerse. La niña no podía pensar en que hacer para remediar esta situación, era todo su culpa. En sus oídos resonaban los latidos de su acelerado corazón, los gritos de su padre y de su madre, los chispazos de las armas de los agentes de paz y la disimulada risa del jefe de agentes de paz.

-¡Basta! ¿Que es lo que quiere que tengo que hacer?- espeto la niña con el corazón en la garganta y su cara completamente mojada por las lagrimas

-Nada querida Fibre, solo mira, en caso de que en el futuro se te ocurra hacer alguna travesura en el orfanato. Los especialistas en reparación llegaran con el nuevo cableado mañana por la tarde...-respondió el hombre pero a Fibre solo le quedo la palabra orfanato nadando en sus pensamientos, eso quería decir que sus padres...

-¡Puedo arreglarlo! ¡Puedo arreglarlo, pero deje a mis padres en paz!- grito la niña sin saber completamente como podría arreglar el desastre que había hecho.

-Eres muy inteligente y por lo visto muy ambiciosa niña pero no puedes zafarte de esta- dijo el jefe de agentes de paz exhalando un suspiro reprobatorio

-Tan solo deme una hora... solo una hora- suplico la niña desesperada

- Esta bien, como lo desees pero si en el plazo de una hora no cumples me temo que te reunirás con tus padres, nada de orfanatos para la pequeña Fibre. Déjenla trabajar con libertad, si en una hora no termina los acaban a los tres- Ordena el hombre a los agentes de paz frente a el.

Fibre corrió hasta su casa y tomo cintas aislantes, las herramientas de trabajo de su padre, cualquier clase de cable que pudo encontrar, incluso rompió una pared para poder quitar por completo el cableado eléctrico de toda la casucha en la que vivía (ahora resultaba una fortuna vivir en una casa que parecía estar hecha de cartón) Corrió hasta donde sus padres se encontraban, su madre había perdido el conocimiento y su padre lloraba en silencio ocultando su cara, la niña se acerco a los gigantescos cables que se unían a la fuente proveedora de energía, era una especie de caja gigantesca que estaba en el suelo, pero eso no era lo importante ya que ella recordaba el sonido como de hojas secas quemándose, uno o mas cables dentro de ese cable gigantesco necesitaban ser cambiados ¿Por qué pidieron un equipo para su arreglo? Seguramente porque el jefe de agentes de paz era un hombre incompetente con la tecnología o con algo tan sencillo como circuitos eléctricos, él, como todos los agentes de paz provenía del distrito dos donde solo valoran los puños y la fuerza bruta.

Los Agentes de Paz reían de tanto en tanto cuando escuchaban que la niña saltaba de manera preventiva al ver una chispa, pero sus risas se acallaron cuando en menos de cuarenta minutos el tendido eléctrico del distrito tres ilumino las calles.

Esta historia se ha convertido en una heroica anécdota entre los habitantes del distrito tres y todos la recuerdan con una sonrisa en sus rostros, todos, menos la familia Bissette. Fibre Bissette fue separada de su familia esa misma noche, la muchacha fue trasladada al capitolio donde recibió entrenamiento para mejorías de tecnologías usadas principalmente en los Juegos del hambre. Hace 23 años que Fibre no ve a sus padres...