Capítulo 3- Hielo y fuego

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La luz brillante casi derrite mis retinas. Interpuse el brazo y aspire profundo, el olor en el aire era de un área esterilizada, como esos pabellones médicos. ¿Dónde demonios estaba?

—Estas en mi casa—

No tenía que preguntar para saber quién me lo dacia, solo Edward podía responder a una pregunta que no dije en voz alta. Es aterrador. Quizás sea uno de esos sujetos que puede hacer lecturas de microgestos o algo así.

Intente levantarme y me torcí por el dolor. Mire mi mano, tenía una gran férula. Casi lo había olvidado, caí en el bosque mientras corría. Dios. No debí actuar con tanto drama, pero ese chico. Había algo en el, su rechazo me causo un gran shock.

Ah si, estaba en casa de Edward, aún que no supiera donde era eso.

—¿Dónde está Isabella? — Pregunté buscando por la habitación, todo se veía como si me hubiesen cubierto la cabeza con un velo.

—Dime Bella, sabes que odio que me llamen así— Respondió ella sentándose delante de mi. Todo daba vueltas, quería vomitar —¿Qué ocurrió?— continúo.

—Encontré un chico en el bosque, todo estaba bien, pero...— Era vergonzoso, ¿Cómo le dices a otra persona que corriste por el bosque llorando solo por que un desconocido te trato de forma cortante?

—¿Pero?— Repitió Isabella, buscando mis ojos.

—No importa— no se lo diría.

—¿Quién era ese chico?— Pregunto Isabella. Tengo una semanas en Forks ¿Cómo yo iba a saberlo?

—Es Jacob— Intervino Edward. Cómo no, el siempre sabía todo, aún que ahora sabía el nombre del extrañó.

—Jacob— Murmure, era un lindo nombre.

—Se que no es el mejor momento— Dijo Isabella. Se mordió los labios, tendía a hacerlo cuando no sabía cómo decir algo incomodo—pero los padres de Edward desean conocerte—

—¿Por qué?— No había mucho en mi que presumir, ¿para que me necesitaban?

—Eres mi hermano— Dijo Isabella. Fue extraño, hace tiempo que no la escuchaba llamarse así.

—Yo no estoy seguro— baje la mirada ¿Qué se supone que diría?

—Muy tarde, estamos aquí—

Alice apareció con todo el grupo, detrás de ella una pareja de piel pálida y rasgos dorados. ¿No eran demasiado jóvenes para ser padres? Además si eran adoptados ¿Cómo es que todos compartían esos rasgos? ¿Acaso los iba buscando por ahí con las mismas características?

—Es un placer, mi nombre es Carslile— Dijo y tendiendo la mano. Acepte el saludo, estaba tan frío como Edward.

—Un placer tenerte en casa. Mi nombre es Esme— La mujer me abrazo, estaba fría también. Algo no estaba bien, no tenía duda.

Vi por encima de su hombro, Alice y Jasper me miraban con intensidad, como si se concentrarán en algo.

—Tu mano ¿Aun duele?— Pregunto Carslile.

—Solo un poco— Mentí, dolía demasiado.

Todos los Cullen estaban delante de mi: había miradas intensas, curiosas, preocupadas e indiferentes. Si no fuese por ese aspecto antinaturalmente hermoso y la piel fría, todo iría bien, serían como cualquier familia.

Me puse en pie y todo dio vueltas, caí de nuevo sobre la camilla. Vi como sus miradas se volvieron compasivas, creo que algo mas que mi mano y orgullo salió lastimado.

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⏰ Last updated: Jun 21, 2021 ⏰

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Un lugar llamado Forks //Jacob x Tú//Where stories live. Discover now