Minds 2: La historia se ha repetido

Capítulo 11

Un pequeño punto de luz apareció en la oscuridad haciendo que Lolito lo mirara con miedo.

Sabía lo que iba a pasar...

Una imagen apareció a su alrededor, mostrándole como una pelea se desarrollaba, cayéndole una lanza en el pecho a una niña de tan solo 8 años, matándola al instante.

(...)

Lolito abrió los ojos, temblando del miedo al haber visto una nueva muerte. Todos sus compañeros y amigos se encontraban dormidos por lo que decidió caminar un poco para despejarse.

Con cuidado, se levantó del duro suelo, besando suavemente la frente de su pareja antes de alejarse del lugar, abrazándose a sí mismo al sentir como el frío lo calaba hasta los huesos y como el viento hacía que varios escalofríos recorrieran su columna vertebral.

El de coleta sintió como lágrimas caían por sus ojos, al recordar como pronto dejaría este mundo. Aunque trataba de no pensar en eso era inevitable cuando no dejaba de observar la muerte de todo el que le rodeaba, afortunadamente no había visto la muerte de ningún compañero más.

Su tristeza creció al recordar la futura muerte de su amado, pero, al menos sabía que no estaría solo y que alguien lo cuidaría por él cuando falleciera, al menos su esposo volvería a amar y ser feliz tras su tragedia.

Caminó por un par de minutos antes de parar, dándose cuanta de que se encontraba de nuevo en la planta nuclear donde tres de sus amigos se habían convertido en híbridos apenas unos días atrás.

De dentro del sitio empezó a salir un pitido extraño, por lo que Lolito corrió hacia su interior, tratando de ver si alguien estaba herido o necesitaba ayuda.

De repente un portal de color blanco apareció ante sus ojos, saliendo de este una anciana de mirada amable y el anciano que los había atacado antes. El de coleta retrocedió algo asustado, preparándose para utilizar su súper fuerza en contra del hombre si era necesario.

-No te preocupes joven, venimos en son de paz, no te haremos daño - habló el señor, a lo que el chico retrocedió otro par de pasos más.

-¿Crees que te voy a creer después de lo que nos hiciste la otra vez? Nop, ni en tus sueños ni en mis pesadillas.

-Solo lo hizo por protegerme a mi. El gobierno me tenia encerrada en una celda y si desobedecía me matarían- explicó la mujer sonriéndole con tranquilidad al menor- Ahora que hemos conseguido escapar de ellos vamos a ayudaros a todos, no dejaremos que os hagan daño.

Lentamente el de ojos rojos asintió, acercándose un poco a la anciana pareja y notando como ambos llevaban tanto anillos como unos colgantes con una M a juego.

-Entonces, ¿decidirás confiar en nosotros?

(...)

Varias horas habían pasado desde aquello y el sol empezaba a despertar, saliendo de detrás de la colina en la que se encontraban descansando los demás protagonistas.

Los ojos de estos se abrían con lentitud, tratando de acostumbrarse a la potente luz, antes de desperezarse.

Mangel, que aún tenía los ojos cerrados, trató de abrazar a su esposo, dándose cuenta de que este no estaba a su lado.

-¿Loloh?- preguntó con algo de preocupación el de bandana, ya que ahora se encontraba viendo a su alrededor y el recién mencionado no estaba en ninguna parte - ¿¡Lolito!?

Ante tremendo grito, todos los allí presentes, o se despertaron, o se giraron, a verle viendo como, en efecto, el de cabellos anaranjados no se encontraba acostado a su lado.

Todos estaban a punto de entrar en pánico cuando de repente...

-¡Hola chicos! ¿Ha pasado algo para que estéis todos así?

-¡Manuel! Me teniah muy preocupado... Sé que ereh muy capaz de protegerte a ti mismoh, pero, como últimamente estabas muy raro temíah que algo te hubiera pasa'o- explicó Mangel, habiéndose tirado a abrazar al de coleta, el cuál había sido el que acababa de hablar segundos atrás.

-Mi niña, estoy bien te lo aseguro. Y hablando de otra cosa... ¿Os acordáis del hombre que trató de matarnos a todos y secuestrar a Willy, Fargan y Rubius? Pues está ahí mismo y él y Merlín, que es su esposa por cierto, quieren ayudarnos a vencer al gobierno opresor.

Todos le miraron con algo de confusión, antes de ver cómo Merlín y Merlon caminaban hacia ellos con tranquilidad, agarrándose las manos.

-Lo siento mucho... No quería haceros daño, pero, no tenía otra opción. Lo hice para salvar a mi esposa. Sé que será difícil que confiéis en mi, pero, os pido que me deis al menos una oportunidad- se disculpó el mayor.

Los allí presentes se observaron, algunos asintiendo y otro simplemente confundidos, antes de que Vegetta, el cuál había recuperado la consciencia dijera:

-Okey, te daremos la oportunidad, pero en cuanto veamos el más mínimo signo de que nos estás volviendo a engañar... Te encerraremos y no te dejaremos salir, ¿entendido?

Merlon asintió, entendiendo completamente el por qué de su desconfianza, antes de sentarse en una roca y empezar a evaluar los alrededores.

Mientras eso, Merlín se acercó a los jóvenes, con intenciones de conocerlos mejor y poder formar lazos con ellos, hacia mucho que no hablaba con nadie que no fuera el guardas de su celda, así que tenía muchas ganas de conocer a gente nueva.

-Hola niños, ¿puedo sentarme con vosotros? - preguntó de manera amable la de trenza, viendo como Luzu y Alexby asentían y sentándose a su lado- Debe ser muy extraño para vosotros todo esto... Colores distintos de ojos, habilidades supernaturales, el estar atrapados en un pueblo por culpa del gobierno... Cualquier cosa que necesitéis estaré allí para vosotros. Por cierto, ¿cómo se llaman jóvenes?

-Yo soy Luzu y él es Alex. ¿Usted?

-Merlín - respondió la mayor sonriendo, girándose a ver al de pelo negro y viendo como este se encontraba arrancándose un poco de su piel mientras que miraba a la nada - ¿Qué le pasa?

-Le ataqué sin querer cuando mis poderes se descontrolaron... E-E hice que recordara algo muy traumante de su infancia. Ahora simplemente no se como arreglarlo y-y la culpa me está destrozando.

-Luzu, estas cosas no se curan de un día para otro sino que necesitan tiempo para sanar. Lo único que tú y los demás pueden hacer es ofrecerle su apoyo y asegurarle que lo que fuera que le pasara ha terminado y que no volverá a vivirlo de nuevo.

El chico asintió decidido, dándose cuenta de cuál sería su misión mientras que estuvieran en aquel pueblo:

No dejaría que nadie más saliera herido por su culpa, tuviera o no tuviera que sufrir él las consecuencias.

—————

Hola! Después de un mes y 4 días volvimos a esta historia! Xdd

Esperemos que les guste :)

Besos,

               Atenea y Valeria