Extra #1

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Nota: Esta parte se desarrolla semanas después de la situación del puente.

....

Escaneando la cafetería de Minho en busca de Chan, Felix jugaba con la servilleta que estaba dispuesta en la mesa, a un costado del café con chocolate que había pedido.

Habían pasado cuatro meses desde que no veía al mayor, por lo que su ansiedad estaba en un punto alto esa tarde. Leer los mensajes y correos electrónicos era una cosa, pero verlo en persona y poder sentir su presencia a pocos metros podría calmar su preocupación.

Después de la confesión en el puente de hace unos meses atrás, ambos habían acordado en qué se tomarían un tiempo. Más que nada para poner los pies en la tierra y ver los distintos caminos que podrían llegar a tomar a futuro.

Chan era quien necesitaba más de este respiro, necesitaba sanar y ver lo que sería bueno para si mismo de ahora en adelante. Y que mejor que descansar en la casa de sus padres en Australia y pensar acerca de su futuro.

El contacto entre ambos jamás se había perdido, por lo que todos los días sin falta, ambos Australianos se enviaban mensajes de texto y correos electrónicos, contando sucesos relevantes que pasaban durante el trayecto del día o simplemente para platicar de alguna cosa random.

Hace unos días Felix había recibido un paquete del extranjero. En el interior había una cajita de cartón grueso en tono marfil, un listón de color amarillo decoraba la superficie; y en el interior, una bonita pulsera con una serie de piedras preciosas relucientes como cual tesoro.

En total eran cinco. Felix supuso que cada diamante representaba cada uno de los deseos de Chan que había escrito en la lista. Como si cada momento necesitará estar a la vista con el propósito de recordarse cada día, por el resto de sus vidas.

El corazón de Felix revoloteaba cada vez que tocaba aquella hermosa pulsera.

La campanita del local sonó en el interior y Felix subió la mirada. La figura de Chan estaba parada en la entrada, sus ojos escanearon la habitación hasta encontrarse con los del rubio. Inmediatamente estos se iluminaron y una sonrisa enorme apareció en sus labios. Entonces a pasos grandes y apresurados, caminó en dirección hacía el menor.

Felix se levanto de la mesa apresuradamente, la taza semi vacía se volteo por el movimiento mal calculado y el contenido restante se desparramó sobre la mesa. Pero parecía ser que nada de ello importaba. Porque Felix lo vió, vió a Chan. Y estaba aquí, por fin estaba aquí.

Al igual que Chan, Felix se apresuro al mayor y al segundo siguiente ambos cuerpos colisionaron en un abrazo. Los labios de Chan rozaron ligeramente a los de Felix mientras sus manos tomaban las mejillas pecosas. Las pequeñas manos del menor hicieron lo mismo y en un abrir y cerrar de ojos, ambos hombres compartían un beso; era tierno, apasionado y suave.

Al alejarse, ligeras lágrimas de felicidad corrían por el rostro de Chan.

— Lix—  inhaló — Jamás estemos alejados de nuevo ¿Bien?—

— Completamente de acuerdo—
Felix sonrió y volvió a besar los labios del mayor.

Después del beso, ambos se dirigieron de nuevo a la mesa donde el pecoso anteriormente estaba sentado. La taza ya no estaba y el líquido marrón había sido limpiado. Probablemente Han, un empleado del lugar, se había encargado de arreglar el desastre mientras los otros seguían en su mundo.

— Me gusta tu nueva imagen— Ambos se sentaron en la mesa — Te ves muy guapo—

Y no era de extrañarse, porque Chan siempre había sido guapo. Solo que está vez ,Felix pudo notar en cantidad el cambio para bien que había pasado Chan.

Everglow {ChanLix} - 2Where stories live. Discover now