Chapter 6 🦋

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—Bueno, su alteza llegó sano y a salvo—anunció el caballero de oscura melena. El príncipe le miró directo a los ojos para responderle con un tono de voz tan dulce como la miel, ya que sabía que el menor amaba su voz profunda y aterciopelada, más aún cuando era su momento de despedirse. Ya que siempre le decía que podría escucharle todo el día y jamás se cansaría, porque era como una canción de cuna para su alma y para su corazón.

—Gracias a mi caballero claro está. Quién siempre vela por mí, me cuida y me protege de todo sin dudar—tomó una bocanada de aire, antes de decir la última frase en un susurro—. Y al único que le podría confiar mi vida con los ojos cerrados, porque su amor siempre será mi mayor protección, no importan las circunstancias.

Jungkook miró a todos lados, asegurándose de que no había nadie a su alrededor que pudiera interrumpir ese hermoso momento entre los dos.

Porque su corazón se lo pedía, se lo exigía. Tenía que hacerlo o no se quedaría tranquilo.

Lo besó, rápido, fugaz como el pasar de una estrella en el cielo.

Pero no por eso el castaño no pudo dejar de sentir todo lo que quería transmitirle con ese efímero contacto.

Se separó e hizo una reverencia. El mayor solo sonrió, ya que no quiso regañarle por hacer algo tan arriesgado en terreno peligroso. Porque lo cierto era que él tuvo el presentimiento que debía permitírselo.

No sabía por qué, pero ese beso también le supo a despedida.

Quitó esos pensamientos tontos de su mente para concentrarse en la realidad que tenía en ese momento. Su perfecto sueño, eso era lo que Jungkook representaba para él y mucho más, tanto que le faltarían hojas para poder escribir todo lo que el menor le inspiraba.

—Tenía que hacerlo... —susurró aun sintiendo el sabor característico de los belfos contarios, esos que sentían tan suaves como el algodón.

—Lo entiendo, Kookie—Taehyung tomó las manos de su caballero para darles un suave beso, sintiendo la necesidad por repetir un gesto de cariño—. Ambos somos tan culpables por no controlar los impulsos desbordados de nuestros corazones, así que no te preocupes. 

El azabache asintió, observando de reojo que continuaran solos, mientras su pareja tomaba distancia otra vez.

—Aquí nos despedimos, Sir Jeon... No quiero que vengas esta noche por más que te extrañe, debes descansar mucho, porque eso es lo menos que haces cuando estamos juntos. 

El rizado sintió sus mejillas calentarse un poco por la mención de sus noches apasionadas con su amante que le miraba con adoración y atención. Carraspeó para continuar y no quedar tan en evidencia frente a él, ya que a pesar de todo seguía siendo un príncipe un tanto orgulloso, pero aun con ese defecto el caballero había quedado rendido a sus pies.

—Ya lo conversamos, y ambos acordamos de que debes estar preparado porque no sabemos cuándo puedan atacar.

—Lo sé, su alteza. Aunque yo también extrañaré tenerte descansando en mi pecho. Suspirando contra mi piel, mientras mis brazos se vuelven tu refugio.

—Dios, te encanta ponérmelo difícil, ¿eh? —le cuestionó divertido, con esa sensación mágica burbujeando en su pecho—. Pero veámoslo que la siguiente forma—el azabache ladeó su cabeza, prestándole mucha atención como si de un niño pequeño se tratara—. Cuando vuelva a suceder ya lo habremos ansiado lo suficiente, y así será hasta que llegue nuestro último día juntos.

—Tienes razón, tú también descansa mucho—le pidió con una tierna sonrisa—. No quiero que te estreses mucho, porque tu flor que permanece en el árbol de la vida puede delatar tus sentimientos si sigues dándole vueltas a este asunto que se presentó de improviso.

—Lo haré, sigue siendo difícil, pero hasta ahora hice un buen trabajo.

—Y lo seguirás haciendo—le aseguró Jungkook con calma, relajando notablemente al de piel canela—. Ya verás.

En ese momento aparece Hoseok, uno de los sirvientes reales, quien se veía agitado y con la preocupación consumiendo su rostro que siempre estaba sonriente, y que brillaba tanto como el mismo sol a pesar de ser un humano.

—¡Sir Jeon, aquí esta! Su alteza... —el joven pelirrojo hizo una rápida reverencia que Taehyung correspondió, sin entender la exaltación del contario.

—¿Qué sucede Hoseok? ¿Por qué te presentas de esta manera?

—Hace unos minutos las hadas informantes nos avisaron que los elfos se están dirigiendo para acá, los caballeros ya se están preparando, pero el general Seojoon le estaba buscando... Sir Min también ya se puso en marcha al lugar acordado.

—¡¿Qué?! —el príncipe se puso pálido, Jungkook mordió su labio.

¿Por qué justo ahora?

—Ya voy, diles que me esperen—Hoseok asintió y desapareció de su vista haciendo una reverencia extra a Taehyung.

—Kookie, cuídate mucho, por favor—la súplica era obvia en su temblorosa voz—. Vuelve con bien y triunfante.

—No me pasara nada, TaeTae—besó el dorso de su mano, e hizo una reverencia en señal de respeto para luego dirigir su derecha a su corazón—. Te juró que volveré a ti, todavía falta tiempo antes de que puedas librarte de mí.

—Cumple tu promesa, Sir Jeon. Ve...

Jungkook asintió y salió corriendo, dejando a Taehyung angustiado. No era la primera vez que esto sucedía, pero si era la primera desde que ellos eran una pareja. Sabía que era su deber con su gente, pero a pesar de eso nadie estaba listo para ver partir a su persona especial a una batalla donde nada estaba dicho.

Y donde siempre habría sangre derramada.

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Taehyung ingresó al palacio, recorriendo los largos pasillos, completamente absorto en sus pensamientos hasta que una vocecita lo sacó de su trance.

—Jiminnie...

—Tae, ¿Jungkook estaba contigo?

—Sí, estaba conmigo hace un rato, pero ya se fue—confirmó y Jimin asintió comprendiendo lo dicho por el castaño—. ¿Lograste despedirte de Yoongi hyung?

—Sí, yo también estaba con él cuando Hobi apareció y nos comunicó la situación.

—Entiendo... No nos queda más que esperar.

—Así es, pero si quieres vamos a conseguir un poco de comida, mientras disfrutamos lo que queda resta de la bonita tarde—ofreció tratando mantener la paz mental. Al menor le pareció un buen plan, por lo que no objetó nada al respecto.

Cualquiera cosa estaría bien si con ello se olvidaba de esa fuerte opresión en su pecho.

Continuará...

Continuará

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In the name of love; JJK & KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora