Juegos Obsesivos {Saga Juegos #1}

Capitulo 36 (+21)

Canción: I wanna be your slave.- Maneskin.

- Vamos a jugar amo...- Coloco mis brazos sobre sus hombros.

-¿Quiere tener el control?.- Asiento con falsa timidez.- ¿Piensa que se lo permitiría? De rodillas.- Ordena, acato su orden a regañadientes.- Que mujer tan desobediente, merece un castigo. - Lo oigo rebuscar algo en los cajones.

- ¡Oh mierda!.- Maldigo al sentir el frió metal de las esposas abrazarse a mis manos.

- Ese vocabulario, habrá que corregirlo y hacerla un poco mas obediente.

- Amo... ¿Porque dos esposas?.

- Las estrellas se ven mejor desde arriba.- ¡Este cabrón me iba a colgar!

- ¿Sabe? La gente común va a miradores e incluso desde sus casas.

- No soy gente común.- Se limita a responder, no busco refutar a eso y prefiero concentrarme en como muerde su labio mientras ata las bridas.

Quiero hacer sangrar ese labio.

<< ¿Como que se te subieron las hormonas?.>>

Se me subieran o no, quiero arañarle la espalda, tirar de su cabello con fuerza...

<<Ya, ya entendí.>>

Ya una vez mis pies están atados por las bridas, procede a mirarme de arriba a abajo.

- ¡Madre! ¡Que pena que tenga que castigarte!- Se queja.

- Como si castigarme no lo pusiera.- Me quejo.

- Nunca dije que no, pero, cuando termine su escarmiento  no creo tener el control necesario para seguir apreciando su lencería.

- Entonces no haga esto. - Digo en busca de esperanza para que me descuelgue.

- No, mereces el castigo.- <<Estuve tan cerca.>>

<<Cállate que te encanta estar atada.>>

No cuando quiero hacerle daño, de buena manera.

<<Manera sexual.>>

Que corregidora que estas hoy.

- ¿Porque quieres que te suelte?.- Parece leer mis pecaminosos pensamientos.

- Quiero hacerte daño- Le comento con sinceridad.

- Mm-mm . - Sus ojos brillan con deseo, como si lo que dije fuera su botón de autodestrucción.-¿Hacerme daño? ¿Como? No creo que quieras lastimar al amor de tu vida.

- No se de tanto crédito, quiero arañarlo, tirar con fuerza de su cabello, morder la piel de su cuello, bajar a sus abdominales y probarlos uno por uno, subir a su boca y morder su labio hasta que sienta dolor, mucho dolor.- Lo escucho suspirar.

- Que mujer tan viciosa.- Sus dedos se pasean de mi cuello al valle de mis senos.

- Soy algo que usted desato... Amo- Susurro alejándome un poco de donde estoy colgada.

- Me gusta lo que desate, ¿Quieres que te deje hacerme eso? ¿Verdad? Apuesto que tu coño esta mojado de solo pensar en eso.- Asiento pero no parece satisfecho.- Con palabras Ana...

¡Nunca me gusto tanto mi jodido nombre!

- Quiero que me desate, para hacerle daño, quiero jugar con usted.

- ¿Deseas el control?.- Me esta provocando.

- Si amo... Deseo el control.- Digo segura.

Sus dedos descienden a mi abdomen.