Hermanos sobreprotectores

26- Cuidar al solecito

Narración:

Habían pasado unas 2 semanas hasta que por fin le dieron de alta al de cabellos burdeos quien estaba feliz, solo tenía que llevar muletas para poder apoyarse bien del pie, afuera del hospital estaba esperando Sabito con una caja grande envuelta en forma de regalo.

Sabito: Hola hermanito – dijo feliz –

Tanjiro: Hola Sabito-oni-chan.

Sabito: Un regalo, para ti.

Tanjiro: En serio! No tenías que hacerlo.

Sabito: Claro que debía, que bueno que te recuperaste.

El mayor ayudo a su pequeño hermanito a subirse al auto, estaba feliz de que su hermano menor ya pudiera estar en casa,pero también preocupado ya que esas 2 semanas sin estar en la escuela esperaba que no le afectará, claro ya estaban por terminar las clases te tener sus vacaciones, así que no era tan grave.

Sabito: Bueno Tanjiro, solo te digo que al llegar a la casa te irás a tu cuarto a descansar, no quiero que te sobre esfuerces.

Tanjiro: Tranquilo Sabito-oni-chan, puedo hacer solo mis quehaceres.

Sabito: No, no, mira yo te ayudare en lo que pueda, también te ayudare con tus tareas y a bañarte.

Tanjiro: – rojo de la vergüenza – ¡¿Eh?!  Cómo así Sabito-oni-chan!!!

Sabito: Bueno ya te e visto desnudo antes, además vamos Tanjiro, somos hermanos, obviamente no será nada embarazoso, digo, ya nos hemos bañado juntos e incluso te he bañado.

Tanjiro: Pe..pe..pero eso es cuando éramos pequeños!!!

Sabito: Si, pero no es como si te fuera a violar o algo así.

El mayor con algo de desinterés solo siguió su camino, mientras que el de cabellos burdeos estaba rojo de la mega vergüenza, con solo imaginarse a sus hermanos mayores bañándose de nuevo con el.

Claro ya los a visto desnudo antes, pero eso es cuando eran más pequeños, ahora son mucho más desarrollados, después de todo ambos ya tienen mucho músculo y el también tiene un buen desarrollo en su cuerpo debido a los constantes entrenamientos que sus hermanos le hacían hacer.

Pero en esta situación prefiere bañarse solo, a tener a alguien viéndolo desnudo.

Cuando llegaron este se bajó con sus muletas y el regalo lo llevaba Sabito quien estaba atento de que a su hermano no llegara a tropezarse y caiga.

Makomo: Hasta que llegan.

Sabito: Perdón por la tardanza...eh? Porque estás vestida así.

Makomo llevaba una chaqueta azul de trabajo junto con una camisa debajo de esta misma, a la vez una falda y unas zapatillas negras.

Makomo: Sabito, al parecer nosotros y el señor Urokodaki tendremos que ir para asuntos de trabajo este fin de semana.

Sabito: ¡¿Que!? No era la próxima semana!?

Makomo: Era pero decidieron adelantarla.

Sabito: Maldición!!! Y ahora quién cuidara a Tanjiro, digo, no podemos llevarlo con nosotros, no será en condiciones para viajar y tampoco podemos dejarlo solo.

Makomo: Por eso mismo vamos a dejarlo con alguien.

Con solo decir eso ya el mayor se negó rotundamente.

Sabito: No, no, no, no y no, me niego, no quiero que algún pedófilo quiera propasarse con mi hermano.

Makomo: Descuida, tenemos a alguien de confianza.