◖ CAPÍTULO 5 ◗

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911 - Ellise

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911 - Ellise

CLEAR

En nuestra niñez siempre nos imaginamos lo que queremos ser aunque a veces las ideas sean fuera de lo real, desde una caballero con brillante armadura hasta un cangrejo en el mar, mi sueño siempre fue ser una superhéroe de la vida real, poder ayudar a los que no tenían la misma suerte que yo aunque tampoco lo llamaría suerte ver a tus padres cinco veces al año por menos de una semana pero al menos tengo un techo donde protegerme en los días lluviosos y un plato de comida al llegar a casa, veo como los pequeños del refugio corren y sus padres reciben las donaciones que traje con una sonrisa plasmada en sus rostros llenándome el corazón de una paz inigualable.

— No debiste molestarte niña, deberías estar en la preparatoria y no aquí perdiendo el tiempo —el viejo Joe me regaña pero no lo hace con malas intenciones, siempre que vengo me dice que debo centrarme en mí y no en ellos pero me es imposible. Este lugar acoge a más de cien familias que llegan a pedir asilo, una vez a la semana les traigo víveres, cobijas, ropa y juguetes a pesar de que no es mucho se que ellos lo valoran, dicen que desde que me conocieron los salvé pero en realidad ellos me salvaron a mi, me dieron un cucharada de la cruda realidad en la vivimos pero a pesar de eso ellos no se detienen en el camino de la vida.

Logré ampliar el refugio con dos plantas más, implementar en cada habitación con dos camas King size y baños con todo lo necesario para un adecuado aseo. Mis padres creen que la gran cantidad de dinero que depositan en mis cuentas los utilizo en caprichos pero prefiero destinar eso a este lugar que es muy importante para mí.

— No debo ir, tengo permiso por un pequeño incidente que tuve pero nada grave, además viejo gruñón debes admitir que esa chaqueta te queda bien

— No te confundas, todo me queda bien —ruedo los ojos porque Joe tiene el mismo nivel de vanidad que mi amiga, tomó algunos juguetes y empiezo a repartirlos a los niños que me agradecen con unos fuertes gritos, veo mi reloj y son exactamente las diez de la mañana.

Maya y Laila pasaron temprano a ver como estaba y tuve que obligarlas a irse, María tomó el primer avión a penas supo de mi accidente. Fue un motivo más por el cual me sentía mejor ya que se dedicó a preparar sus famosos panqueques de avena con nutella y moras, ella ya conocía este lugar y en muchas ocasiones prepara buffets para todos ellos, me despido de todos con la promesa que volveré la semana que entrante.

Mientras conduzco por las calles de Los Ángeles me detengo en una parada muy importante que debía hacer, le entregó las llaves al valet adentrándome a la tienda, la misma chica que me atendió hace tres meses me pide que pasemos a su oficina

— ¿Ya está listo?

— Sí señorita Stone, solo firme aquí y de inmediato se lo traerán —Asiento complacida y firmo donde me indica, otra chica entra y trae consigo la sorpresa que llevo meses planeando

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— Enserio linda, mi día fue tan catastrófico sin ti, tuve que aguantarme las ganas de limpiar los corredores con los traseros operados de todas esas perras. Tu aura oscura me hizo mucha falta

Tan solo con una miradaWhere stories live. Discover now