Prólogo

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Stela Willians.

Sentí que alguien estaba detrás de mí, volteé y no había nadie, me pareció raro pero seguí mi instinto y fui corriendo hasta llegar a casa, entré directamente a mi habitación y me encerré, agarré mi teléfono y con un poco de pánico entré a la aplicación de mensajes y le escribí a mi mamá.

Mensajes

Yo
<<¡Mamá!>>

Mami
<< Hola hija, ¿qué pasó?

Yo
<<¿A qué hora vienes?>>

Mami
<<Un poco tarde, no me esperes>>

Yo
<<Vale>>

Lancé el teléfono a la cama y me dirigí al baño, me lavé la cara para según yo sentirme mejor pero cuándo subo la mirada al espejo hay un chico detrás de mí, el miedo se apoderó de mí pero me armo de valor.

—¿¡Por qué me persigues!?, ¡llamaré a la policía!— Volteé rápidamente pero no había nadie, volví a ver en el espejo y tampoco estaba.

¡Yo vi a alguien por el reflejo del espejo!

Empecé a entrar en pánico y salí corriendo de casa, por el instinto decidí ir al parque.

Estoy loca, si, definitivamente estoy loca, ¿cómo voy a estar viendo a alguien por el espejo?

El cielo se tornó gris y las personas que estaban allí se esfumaron, volví a sentir que alguien estaba detrás de mí.

Hasta aquí llegué, la muerte viene.

La figura se acercó, no le podía distinguir el rostro, no me moví.

—Veo que al fin puedo dar contigo.— La figura tenía una voz profunda que aterraba a cualquier persona que se le cruzara.

¿Era una persona?

Volví a tener control de mi cuerpo.—¡¿Por qué me persigues?!, ¡quién eres!, ¿y por qué quieres dar conmigo?—Pregunté gritando.

—No hay por que alzar la voz, no te voy a hacer nada, relájate ¿quieres?— Demandó el chico al frente de mi.

—¡Yo no te llamé!, ¿por qué estás aquí?, ¡¿eres el diablo?!, ¡¿acaso te invoqué?!— Sentía mucho miedo, ¿ese ser es el diablo?, se ve un tanto joven.

—Niña, ¿puedes dejar de gritar?, y no, no soy el diablo, ¿si fuera el diablo me vería así?— El chico hizo una pose y esbozó una sonrisa.

—¿Cómo quieres que no grite?, eres un loco que se acercó a mi apareciendo de la nada, ¿acaso eres el ángel de la muerte esperando a que yo muera para que te lleves mi alma?— Retrocedí.

—Ves muchas películas de terror, y no me llevaré tu alma, solo estaré contigo y después me iré.— Declaró.

—No y ¿por qué?, yo no quiero y ¿por qué estás aquí?

—Hoy bastó que me presentara.— Dicho eso el chico  hizo un movimiento con los dedos y todo volvió a como estaba pero las personas que estaban a mí alrededor me miraban extraño.

¿Acaso no lo vieron?

Corrí hasta llegar a casa.

El debe ser algo que mandaron o un espíritu, tampoco soy incrédula para creer que alguien va a llegar así por así con poderes.

Llegó la noche y mi mamá aún no llegaba, así que decidí en ver una serie para despejar mi mente de lo que pasó, pero no podía dejar de analizar las cosas, ¿por qué lo enfrenté? el me podía hacer algo y yo no podría defenderme, ¿pero por qué no me dio miedo enfrentarme a un espectro?, ¿si quiera es un espectro?, ¿qué es?, ¿me sentí segura?, éstas preguntas rondaban por mi mente una y otra vez, hoy si que me costó encontrar el sueño.

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Nota de autor.

El prólogo es un poco largo pero así se da idea de lo que viene.

Sarahy L.

EpifaníaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant