XVIII: Perfección

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Su corazón se detuvo por un segundo, luego sintió sus manos temblar, sus ojos no podían encontrar un lugar al cual mirar, aunque puede que su visibilidad en realidad estaba nula, puesto que las lágrimas se acumularon impidiéndole ver bien.

- ¿Shadow? - preguntó sin creerlo, la verdad era que no había podido tocar el tema, nadie lo sabía, era su gran secreto, y ahora, por primera vez, alguien le cuestionaba.

- ¿Amy, no debí preguntar? - cuestionó Sonic está vez mientras tomaba su hombro.

Ella respiró y luego de cerrar sus ojos y contener su llanto pudo continuar.

- No, si quieres te lo diré.

...

Fue hace tiempo, cuatro años, para ser exactos, fue cuando lo conocí...

~°~°~°~°

Amy caminaba con cautela, después de todo, era tarde, y para una chica de su edad, estar en la calle a tardes horas de la noche es bastante peligroso.

Divisaba sobre su hombro cada que podía solo para asegurarse de que nadie la siguiera y robara sus pertenencias, después de todo, necesitaba llevar los ahorros de su camarada Vector the Crocodile a su nuevo local de trabajo.

Pasó a lado de un enorme topo amarillento mientras que, casi de milagro, logró descubrir sus intenciones, aunque fue algo tarde, puesto que su bolzo lila ya estaba en manos de ese canalla.

- ¡¡Detente!! - gritó con todas sus fuerzas mientras que el individuo miraba a atrás y luego salía corriendo.

Ella no era fuerte, pero no le permitiría salirse con las suyas, si podía alcanzarlo, se encargaría de darle su merecido.

Corrió todo lo que pudo mientras gritaba pidiendo permiso, estaban a sólo 2 metros de distancia, tarde o temprano llegaría hasta él, ¿y luego?, ni ella misma lo sabía.

Estaba a nada de llegar, de no haber sido por que algo, o más bien alguien, la detuvo abruptamente seguramente lo hubiera alcanzado.

- ¡¡Oye!! - dijo al sentir el fuerte abrazo sobre su cadera que la obligó a parar.

- Descuida, lo tenemos - le respondió el chico que la tenía en brazos mientras aflojaba su agarre y salía a la luz, revelando a otro chico frente al de amarillo, este segundo entrometido lo derribó con sólo chocar contra él, luego lo colocó boca abajo, lo esposó y después caminó hasta ella devolviendo sus cosas.

- Toma - le dijo mirando sus ojos, él era apuesto, llevaba una chaqueta de cuero roja, idéntica al tono de sus ojos, además de que sus púas estaban perfectamente acomodadas, ni si quiera parecía real, para ella era bastante perfecto.

- Gracias - murmuró ella tomando sus cosas y revisando que los sobres siguieran ahí intactos - igual a ti, supongo - volvió a decir volteando a ver al otro chico, este también era un erizo bastante atractivo, en su opinión, su color verde era más llamativo, y sus ojos azules brillaban bastante llamando su atención, pero por alguna razón, su mirada se deslizaba hasta el de pelaje oscuro.

- Hasta luego, rosa - se despidió el de verde mientras tomaba al criminal y avanzaba en dirección contraria a ambos.

- Nos vemos - le dijo el de chaqueta mientras ella sentía la sangre subir a su rostro robándole las palabras y obligándola a asentir como única respuesta a su llamado.

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Esa fue la primera vez que lo vi.

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𝔅𝔲𝔱𝔱𝔢𝔯𝔣𝔩𝔦𝔢𝔰  RE-ESCRIBIENDOWhere stories live. Discover now