22. Susurros nocturnos.

127K 10.1K 43.1K
                                    

Advertencia: Este capítulo incluye contenido +18. Al encontrar el símbolo (**) comienza el contenido, si te disgusta este tipo de párrafos puedes pasarlos, sin ningún problema hasta volver a encontrar el mismo símbolo :) 

Ahora si...¡disfruten pecadoras!

Capítulo 22.

" El mito es real "

—Candelabros, ventanales, velas, las pinturas... tiene todo la finta de una casa embrujada, ¿Seguro que nunca ha ocurrido nada paranormal aquí adentro? 

Todos contemplábamos la grandeza de nuestra nueva casa, mientras que Thomas interrogaba al agente inmobiliario con esa postura de seguridad. Quería verse como todo un profesional, tanto que, había encendido un cigarro y se había puesto una gabardina café. Según él para mostrar elegancia y profesionalismo. 

Sin embargo, no estaba funcionando para nada. Todos estábamos muertos de la intriga, hasta incluso él. En vez de hacer preguntas profesionales e importantes, preguntaba sobre leyendas y mitos que había visto en internet sobre esta casa.

Y es que la verdad nos aterraba vivir en una casa viejísima en donde nadie había habitado desde hace añales, y aunque fuéramos bastante valientes en algunas cosas, si nos daba miedo que de la nada nos apareciera una mujer en vestido blanco en medio de la cocina. 

—En la noche suelen oírse gritos y el sonido de las cadenas arrastrándose por la sala son muy constantes —dijo el chico, divertido, pero después se deleitó al ver la palidez que adquirieron nuestro rostros. Theo se giró hacia él, pasmado—. Estoy bromeando —río tratando de aligerar la tensión.

Todos suspiramos del alivio y seguimos observando el bonito entorno. Era un espacio increíblemente grande; tenia una arquitectura rústica y elegante. Había pesadas cortinas que cubrían los largos ventanales, también había una sala vieja de cuero de cinco piezas, había un estante con libros viejos, tenía una amplia cocina, había un mini bar con todo lo necesario, y en cada pasillo había enormes pinturas de aspecto viejo y displicente. Sin olvidar el hermoso diseño exterior, que era acompañado con un toscano de piedra.

Habíamos llegado a nuestro nueva casa que extrañamente no había tenido un costo muy alto como creí. Pues era una casa hermosa y alejada de la ciudad, cualquiera podría creer que se necesitaba de un riñón para comprarla, pero no fue así. Era demasiado vieja y había muchos mitos paranormales que decían que según sucedían cosas por las noches. 

Aparte de que se encontraba construida en medio de un oscuro bosque y la gente se aterraba con la idea de vivir aquí a solas, y por eso mismo nadie se acercaba. A lo que el grupo de bienes raíces se vieron con la necesidad de bajar el precio. 

Era bonito y solitario. Justo lo que necesitábamos. 

—¿Y desde hace cuánto que no ha sido habitada? —inquirí, curiosa, con la vista sobre las grandiosas pinturas.

—Es una vivienda bastante antigua, fue encontrada hace más de diez años por unas personas del patrimonio arqueológico. Desde ese entonces no ha sido habitada, hemos tratado de darle el mejor aseo posible —respondió el agente inmobiliario mientras le daba una ojeada al papeleo sobre la mesa.

—¿Entonces somos las primeros personas en vivir aquí? —preguntó Theo.

El agente asintió.

EVADEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora