Primera herida

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Agosto.

( en la foto  Agosto )

Su madre la había llamado así porque en Agosto siempre habían sucedido los hechos más importantes de su vida. En ese mes un golpe de suerte le permitió comprar su propia casa. En ese mes había conocido su gran amor y tiempo después en ese mes nació su única hija.

Los primeros recuerdos de la infancia de Agosto eran una mezcla de dolor y alegría, y mas que nada el recuerdo de las peleas entre sus padres que escuchaba escondida dentro del ropero o bajo las cobijas de su cama, los reclamos de Ana, su madre por las constantes infidelidades se mezclaban con las veces en que su padre las trataba como a reinas, comprándoles los mejores vestidos, las mejores muñecas, llevándolas a cenar a los lugares más caros y en esos momentos sentía que eran una familia feliz. Aunque no podía evitar notar los ojos llorosos de su madre algunas mañanas cobijados tras su sonrisa tranquilizadora.

Hasta que un día su padre no volvió. Al principio Ana le decía que el trabajo lo mantenía lejos, luego le contestaba que más adelante sabría la verdad sin decirle nada más.

Con el paso del tiempo dejo de preguntar y se acostumbro a su ausencia, también con el tiempo su madre dejo de llorar, y eso fue un alivio.

Años más tarde sabría la verdad, su padre tenía otra familia, la legal, con una mujer con la que se había casado e hijos con su mismo apellido y entendió porque ella llevaba el apellido de su madre. Allí comenzó a germinar su semilla de desconfianza hacia los hombres. No podía entender como alguien podía herir a una mujer tan buena como su madre.

Al principio las cosas no fueron fáciles, el cambio fue radical. Pero la fuerza de su madre la sostuvo y la guió. Vendieron la casa donde vivían y se mudaron a un departamento más pequeño, aunque cómodo para las dos y ahorraron dinero para sus pocos gastos.

Su mamá trabajaba y ella terminaba colegio primario, al salir de la escuela se quedaba al cuidado de Clara vivía en el departamento de abajo, una señora algo mayor que las adopto desde el primer día y las cuido siempre con sus consejos, entretuvo y enseño sobre la vida a Agosto con sus vivencias.

Clara contaba que había tenido muchos amores en su vida, que no se arrepentía de nada de lo vivido y que hubiera renunciado a todas sus aventuras con tal de tener a su lado al único hombre que había amado.

Agosto crecía y en ella se iban declarando, los ojos claros y los cabellos castaños y ondeados de su padre, la boca acorazonada y carnosa, la nariz respingada y pequeña de su madre y el carácter fuerte de su abuelo materno del que solo había escuchad hablar. Era alta y elegante con unas curvas que se iban definiendo perfectas.

Se miraba y descubría actitudes y trozos de alguien más en sí misma y se preguntaba quién era ella, quien seria...

Era atractiva por naturaleza, aun a su corta edad llamaba la atención a donde fuera y su madre adivinaba en ella la misma facilidad para enredarse en líos amorosos que tenían su padre y su abuelo.

Clara le enseño que la belleza podía ser a la vez una bendición y una maldición, y no tardo en darse cuenta que querían decir sus palabras.

En el colegio primario con 14 años se distinguía demasiado de sus compañeras pero tenía una inocente inconsciencia de su propia belleza, lo que la hacía aun más atractiva.

Ese último año comenzó casi sin querer a sentirse atraída por uno de sus compañeros, Leonardo.

Un rubio de ojos oscuros y corazón de caballero. El primero de la clase, siempre el mejor compañero y por alguna razón desde que ella llego al colegio siempre habían estado cerca para hacer trabajos estudiar o en los actos del colegio.

Agosto #Wattys2015Where stories live. Discover now