three

3.1K 297 213
                                    

Jungwon entró en el aula frente a su profesor, evitando cuidadosamente el contacto visual con el mayor mientras pasaba. Se escabulló hacia su asiento y lentamente se hundió en su escritorio, tragando saliva cuando sintió los ojos de todos los de la clase en él.

Estarás bien, se dijo a sí mismo, tratando de sentirse menos tímido sobre todas las miradas que estaba recibiendo.

Nadie había muerto nunca por ser mirado... Sabía que eso era cierto, sin embargo, cuando los fervientes susurros de los otros estudiantes y sus obvias risitas rebotaron contra su cabeza, no pudo evitar sentirse muy pequeño. Justo cuando no quería nada más que estar en casa, viendo un buen documental de ciencia con música clásica de fondo.

—¿Jungwon?— La cabeza del chico se levantó, y un coro de risas estalló en toda la habitación cuando vio al Profesor Park mirándolo.

El pelinegro frunció el ceño, con los brazos cruzados sobre el pecho, los cuales Jungwon tuvo que esforzarse mucho para no mirar. —Jungwon— repitió el Profesor Park, ignorando la risa de los estudiantes en la clase, haciendo que Jungwon prestara atención. —¿Escuchaste algo de lo que te acabo de decir?— El castaño se mordió el labio ansiosamente, mirando hacia su escritorio antes de mirar otra vez a su maestro, la vergüenza causó que sus mejillas quemaran un brillante matiz rojo.

—N-no señor— se las arregló para decir, aunque se reprendió a sí mismo por tartamudear.

El Profesor Park hizo un gesto pausado hacia el frente de la sala, y Jungwon siguió su mirada. Escritas en la pizarra con letras grandes y descabelladas, estaban palabras que aterrorizaron el corazón del menor:

HOY: CÁLCULO I – EXAMEN FINAL

Jungwon estaba seguro de que su sangre se congeló en sus venas en ese momento. ¿Eso era hoy? pensó, pánico en forma de vomito amenazaba con subir por su garganta.

'Santa mierda, estoy tan jodido', pensó.

Miró a su alrededor y notó que todos los demás estudiantes habían limpiado sus escritorios de todos los materiales, excepto un lápiz, una calculadora y un grueso paquete de papeles; él, por otro lado, todavía tenía todas sus notas matemáticas y fórmulas boca arriba sobre la superficie del escritorio, además del paquete que le parecía desconocido.

Se ajustó los lentes para verlo mejor y tuvo con una sensación de mareo al ver que los papeles se titulaban 'CálculoI– Examen final'.

Jungwon tomó el paquete rápidamente, sus manos temblando. Se quedó mirando a su profesor en estado de shock.

El Profesor Park dejó escapar un silencioso tsk, expresando su decepción.

—Estoy sorprendido de ti, Jungwon. ¿Estás haciendo trampa en el examen final? Es una ofensa digna de una F en el examen, una nota de fracaso en la clase.— El menor se lamió los labios con nerviosismo, mirando las caras presumidas de los estudiantes que lo rodeaban antes de mirar al hombre pelinegro, una mirada que solo podía describirse como terror puro grabada en su rostro.

—P-por favor, Profesor Park— le suplicó, sus labios temblando. —Olvidé que el examen era hoy.

El hombre mayor lo miró fríamente, claramente no impresionado por el olvido del menor. —¿De verdad?— preguntó, sus ojos negros brillando. —¿Olvidaste recordar la prueba más importante que tomamos en esta clase, que les he estado pidiendo a todos que estudien desde que empezamos la escuela en septiembre?

Jungwon no pudo hacer nada más que asentir nerviosamente. El Profesor Park bufó, sacudiendo ligeramente la cabeza.

Miró a Jungwon, con una emoción no identificable en su rostro. —Y qué conveniente— dijo astutamente mientras se inclinaba, colocando ambas manos sobre el escritorio de Jungwon, —que el primer día que llegas tarde a la escuela es el día del examen.

¡Quiero un diez! -SUNGWON, +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora