Capitulo 1

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Hina: ¡mei-mei! -llama la atención de la chica-

Mei: ¿mmh? -se da media vuelta- ah, hina-chan

Hina: creí que te irías sin mi -ríe aliviada-

Mei: ¿bromeas? Jamás dejaría que te fueras sola, mucho menos a estas horas de la noche.

Hina: Takemichi me acompaña normalmente, pero está ocupado...

Mei: pues si fuera tu novio, dejaría lo que sea que esté haciendo y acompañaría a mi novia a donde ella me lo pida.

Hina: ¡kyaa, si fueras un chico sin duda muchas irían tras ti! -se aferra del brazo de su amiga-

Mei: -ríe- ven, vamos a tu casa, no quiero llegar tarde a la mía.

Hina: ah sí, ¿Cómo esta tu madre? mamá no deja de insistir que le lleve una canasta de fruta para animarla.

Mei: sería un lindo gesto, pero ya está mejor, mi hermano mayor la reemplaza en el trabajo mientras ella descansa.

Hina: entiendo... debe ser difícil, ¿no?

Mei: desde que papá nos abandonó todo ha ido en caída, pero mi hermano y yo nos esforzamos para que a los más pequeños no les falte nada –sonríe-

Hina: es cierto, aun no me has hablado de tu nuevo trabajo. ¿de qué trata?

Mei: es una aburrida cafetería, y para ser sincera –se acerca a su oído- el café no está muy bueno

Hina: -ríe- huh, se lo diré a tu jefe..

Mei: si lo intentas entonces tendré que...¡asesinarte! -le agarra de la cintura-

Hina: ¡HAHAHAHHAA!, NO VAMOS, ¡SUELTAMEEE! -dice en exagerados gritos de risa-

Ambas finalmente llegaron al departamento de Hinata, ambas se despidieron con un cálido abrazo.

Mientras la pelinegra bajaba las escaleras, recibió una llamada.

Buscó por su teléfono el cual estaba guardado en su bolso, al atender, era su jefa la cual le avisaba que su turno estaba por comenzar.

Contestó con un tono serio, pero respetuoso. No iba a mentir, odiaba su trabajo más que nadie en este mundo. Pero era el único lugar donde fue aceptada, mintió sobres su edad y estos no se dieron el tiempo de investigar a fondo. En algún otro trabajo si lo habrían hecho, y no quería averiguar aun si mentir sobre su edad se consideraba un crimen o no.

Jefa: la ropa de cambio está en tu camerino, recuerda lo que te dije ayer, no quiero que se repita el incidente.

Mei: toco mi trasero, fue defensa propia.

Jefa: pagó por ese derecho, ¿bien? Ahora, sale de mi vista.

La chica se alejó he hizo una seña a una de sus amigas de ahí, llevó ambas manos a su cuello y saco la lengua, burlándose de lo represiva que puede ser la jefa. Su amiga intentó aguantar la risa ya que estaba siendo maquillada por otra chica. La pelinegra se cambió de ropa a el uniforme del trabajo, era un traje de conejita el cual era obligatorio usar desde el momento en que entras al camerino hasta el momento en que te vas.

Mei: nada nuevo este día, ¿y ustedes? -pregunta mientras se sube las medias-

Yuri: un viejo me dio todo el dinero de su billetera, y no tuve que hacer absolutamente nada –dice orgullosa-

Prometo Protegerte -draken-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora