Dos Reyes Y Su Mortal (Luo x Hua x Wei) One-Shott

Tres historias, un camino

Colaboración y agradecimientos por la portada y separadores a: _-Qing-y-Ning-_

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

En ocasiones los recuerdos te llenan de enojo, de alegría o incluso de nostalgia pero a veces es mejor olvidar.

Wei ying quiere eso.

Lo lástima.

Le duele.

Le atormenta.

De no haber sido por dos hombres que lo encontraron pudo haberse convertido en un espíritu errante, un alma en pena sufriendo por la eternidad o en el peor de los casos haberse disipado su espíritu sin la posibilidad de reencarnar. Esos dos hombres eran muy poderosos en el mundo, con una capacidad casi ilimitada de hacer cualquier cosa.
Oro, poder, mujeres, estatus, seguidores, esclavos esas eran cosas que fácilmente tenían

Hua cheng y Luo Binghe son sus nombres.

Se conocieron ellos dos en circunstancias extrañas que nadie vio venir, pero eso es otra historia para después.

Se dice que cuando estaban caminando, cerca de los túmulos funerarios uno de los puntos con más energía resentida y demoníaca en el mundo escucharon quejidos de dolor, se acercaron para averiguar de qué se trataba y entre unos arbustos había otro hombre. Su ropa estaba desgarrada, sostenía uno de sus brazos de los cuales escurría sangre al igual que de sus piernas.

Algo de el llamo la atención de los otros dos, tal vez fue que vieron algo de si mismos reflejado en el, tal vez solo se compadecieron... Otros dicen que ahí hubo algo más, algo pero que no logran explicar.

Cuando se desmayó se lo llevaron al lugar de confianza más cercano... Mansión paraíso, casa de Hua Cheng conocido como el rey fantasma, una de las cuatro calamidades, lluvia sangrienta que busca la flor.

Pusieron al joven en el mejor de los cuartos y también uno de los más aislados.

-¿te vas a quedar ahí?- pregunto el rey fantasma con una ceja alzada a Luo Binghe.

-no le veo lo malo- en realidad tenia curiosidad por el otro hombre.

Hua cheng se encogió de hombros y comenzó a limpiar con un trapo delicadamente su piel.

-si te vas a quedar, al menos se de utilidad- el otro dio un bufido molesto y se acercó perezosamente, tomó otro trapo y puso manos a la obra. Solo cuando limpiaban su cara es cuando se dieron cuenta que el joven estaba ardiendo en fiebre, el rey fantasma le ordenó a su fiel sirviente que le trajera trapos limpios y otra cubeta de agua limpia para tratar de regular su temperatura.
Después le quitaron toda la ropa con cuidado.

-El mío es más grande- dijo orgulloso el demonio

- Cállate-  Reprendió irritado

Ayudaron a cerrar las heridas que tenía en el torso y parte de sus extremidades, cuando estuvo listo giraron su cuerpo con cuidado y se quedaron pasmados por unos segundos.

Con ojos ligeramente abiertos y un poco sorprendido.

-este sujeto...-

-ha sido torturado durante mucho tiempo-  termino Hua Cheng.

Las marcas de látigo en la espalda del joven eran múltiples.
Después de ponerle unas cremas por el cuerpo lo vistieron únicamente con una túnica negra, suave y ligera, lo acomodaron en la cama y se fueron.