Capítulo 2

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A la mañana siguiente, me reúno con mis amigos en un parque que está cerca de mi casa para irnos todos juntos al colegio. Era una casualidad que hayan encontrado este lugar porque a pesar de que vivíamos en la zona, nadie se había percatado de ello antes y era excelente como punto de reunión para nosotros, era como el punto intermedio entre las casas de todos.

-Oye te ves muy bien - me comentó Wendy - ¿Te hiciste algo en el cabello?

Negué con la cabeza, solamente había optado por usar una diadema de flor y soltar mi cabello, cosa que me favorecía y gustaba, pues podía ver como mi cabello dorado brillaba al beso del sol y el viento lo movía graciosamente, haciéndome sentir y ver como aquellas protagonista de series que tanto amaba.

Llegamos al instituto e inmediatamente sentimos la diferencia del día anterior, pareciera como si toda la emoción se hubiera esfumado y en su lugar apareciera la seriedad y la rutina monótona de todos los días, pero para nosotros no era problema, seguíamos con la misma energía del día anterior, no dejaríamos que la rutina nos robara los ánimos con los que empezamos el año escolar.

-Muy bien, muy bien júntense, foto grupal - nos dijo Marisol al momento de sacar su cámara. Habíamos optado por crear un álbum con todos nuestros recuerdos de ese año y queríamos empezar lo antes posible - ahora todos digan aventura

- ¡Aventura! - repetimos a coro. El clic de la cámara se hizo presente, inmortalizando el momento

-Déjame verla - le pedí a Marisol al momento en que me entregaba la cámara, sonreí al ver aquella foto, el momento de nuestra felicidad quedaría plasmada para siempre - me la tienes que pasar para empezar a trabajar en los álbumes -

-Obvio te las voy a pasar, mientras más pronto comencemos, más rápido terminaremos -

La campana resonó por todo el recinto. Era ya la hora de entrar a clases; nos dirigimos al salón para la primera parte de nuestra jornada académica.

-Oye Angélica, voltea - me pidió Hugo; hice caso a las palabras de mi amigo y al notar que tenía la cámara de Marisol en sus manos y enfocaba en mi dirección, no dudé en posar y dejar que me fotografiara, según dicen me salía natural eso de que me tomaran fotos.

-Muéstramela - él me la pasó y tenían razón, poseía el talento natural, la cámara me amaba, pasé a la foto que estaba antes de ésta y descubrí que me había tomado una mientras estaba desprevenida; se veía genial, muy natural.

Nos vimos interrumpidos por la llegada de la maestra Carolina y detrás de ella venía un chico al que jamás habíamos visto en nuestras vidas.

Era un poco más alto que yo, cabello castaño, ojos verdes, su piel no era ni morena ni tampoco blanca del todo, dejémoslo en un término medio, sus labios se podían apreciar que eran gruesos, cualquiera diría que se veían besables, pero a mi punto de vista no; se mostraba seguro de sí mismo, aunque su postura también denotaba arrogancia y soberbia, su mirada parecía dura pero seductora a la vez, no sé si era algo muy común o no en los muchachos de nuestra edad.

-Niños, les presento a Germán, se incorpora hoy con nosotros y quiero que todos sean amables con él para que pueda acoplarse rápidamente. Puedes sentarte en el pupitre que se encuentra a lado de María Angélica -

Al escuchar mi nombre volteé la mirada en su dirección. Nuestros ojos hicieron contacto visual, ustedes pensarán que sentí las típicas mariposas en el estómago al mirarlo, pues lamento decepcionarlos, pero no pasó, no sentí nada, se veía a simple vista que este tipo solo era una cara bonita y nada más.

En cambio, él se notaba que me miraba con ojos de amor, pero no un amor como el que yo deseaba y soñaba, sino uno tóxico, enfermizo y apasionante. Desvié inmediatamente la mirada, pues me producía incomodidad y arcadas ver esa mirada seductora sobre mí como si yo fuera un trozo de carne en vez de una persona.

Entre 2 amores Where stories live. Discover now