Narcisos y Tulipanes . [A.U Riumba]

𝑬𝒑𝒊𝒍𝒐𝒈𝒐

¿Por que el tiempo pasa tan rápido?
¿Desde cuando vivir empezó a ser una responsabilidad en lugar de un privilegio?
¿En que momento las noches se volvieron sus perores enemigas?
¿Desde cuando se arrepentía por las muertes que llevaba en su espalda?

Joder, ¿Valla mierda no?

La fría brisa cobijaba su cuerpo causándole escalofríos, sus mejillas húmedas por el reciente llanto ardían ante el tacto del frio sobre su piel, y como no, si estaban a pleno inverno, las nubes que anunciaban una próxima nevada flotaban sobre el... No le importaba morir congelado, en realidad, le harían un favor, el ya no quería estar aquí.

Estas fechas nunca fueron sus favoritas, tener que usar grandes chamarras para cubrir su cuerpo del frio no le agradaba, sin embargo hubo un pequeño momento en su vida en el que aprendió a amar el invierno. Cuando estaba casado, cuando su amado aun vivía... El recuerda los inviernos al lado de su esposo de manera hermosa, dormir acurrucados y cobijados hasta las cara, las tardes de películas en el sofá donde se abrazaban y tomaban chocolate caliente, cada pequeño detalle lo amaba y mas cuando su pequeño Emil llego, las navidades con sus dos personas favoritas, la emoción de Rius por abrir sus regalos y  la carita llena de chocolate de Emil, esos son los recuerdos que mas atesora. Pero desde que su pequeño murió todo eso cambio, Rubén acepta que fue culpa suya, el fue quien se alejo y dejo a Rius lidiar con su dolor solo, jamás le apoyo ni le dio palabras de aliento, había roto sus promesas...

Su (Ahora) delgada mano toco con miedo la fría lapida de mármol, las lagrimas volvieron a salir de sus ojos cuando leyó los nombre en aquella lapida...

❝Emil Conde Camacho
  Ramon Camacho.❞

Su esposo he hijo descansaban ahí, en la punta de aquella montaña, su mirada bajo hasta topar con el anillo en su dedo, lo miro con atención y sollozo, ¿Había sido su culpa?, si, lo fue.

Pero que mas da, el pasado no se puede cambiar y el futuro no se puede manipular.

Habían pasado ya dos años desde la muerte de Rius en aquella negociación fallida, hace un año había renunciado a su puesto como comisario al mando de la comisaria central, el puesto había quedado en manos de Sparta, después hablaremos de el.

¿Qué había echo desde entonces?, simple, matarse lentamente. Su día contaba en despertar y tomar su primera gota de alcohol desde temprano, ya casi no dormía, pues al cerrar los ojos podía ver la carita de su lindo esposo diciéndole cuanto lo amaba justo antes de morir en sus brazos.

❝ Rubén, mi Timba, no sabes cuanto te amo, seria capaz de dar mi vida por ti.- soltó una débil carcajada.- En realidad, creo que ya lo hice.❞

Las ultimas palabras de su amado lo perseguían noche y día.

Recuerda a la perfección lo sucedido horas antes de su muerte, lo había llevado a su apartamento para que se pudiera dar un baño, pero después de eso todo se salió de control. Rubén recuerda cada una de las expresiones que su chico hacia, sus suaves gemidos y la dulzura de sus labios, lo tierno que podía ser aun en esa situación, joder, esa fue la ultima vez que hicieron el amor.