¡Dame mi bebida!

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Título ¡Dame mi bebida!

Título original Give me my drink!

Autor original spiritcrimson

Traductor Tony Trinket

Nate está de brazos cruzados haciendo girar una tapa en el mostrador cuando oye una voz familiar. Sus ojos caen sobre el hombre de cabello rubio –Mihael, cómo sabe que se llama- hablando furiosamente por su teléfono, como es usual. Casi tropieza con una mujer frente a él. Ella le lanza una mirada asesina pues casi tira su bebida, pero Mihael ni siquiera se molesta en notarlo. Simplemente continúa caminando, hacia el mostrador. Nate frunce el ceño.

"Es él otra vez," la compañera de Nate, Cassie, le da un codazo en el hombro. Ella tiene una sonrisa divertida en el rostro. "¿Quieres que yo tome su orden esta vez?"

Nate deja de hacer girar la tapa abruptamente y le lanza una mirada a ella. "Eso no es necesario. Tomaré la orden."

Cassie simplemente parece curiosa. "Tú lo odias, Nate." Dice ella. Nate solo se encoge de hombros en respuesta. Cassie sacude su cabeza, la sonrisa divertida permanece en su lugar mientras se mueve para tomar la orden de otro cliente.

Nate meramente sonríe amablemente –una sonrisa perfectamente falsa- cuando Mihael se acerca, poniendo de golpe unos cuantos billetes en el mostrador. Ni siquiera mira a Nate cuando aleja su teléfono de la oreja, murmura su orden y vuelve a hablar por el celular una vez más. Nate deja caer su sonrisa y ojea el dinero.

"Quédate con el cambio," dice Mihael con desdén, mirando hacia Nate, capturándole con la guardia completamente baja.

"No necesito tu caridad," murmura Nate por lo bajo. Sabe que Mihael no lo está escuchando. De pronto siente que alguien lo golpea en el brazo y pega un bote, mirando a su costado. Cassie está junto a él, una mirada reprobadora en su rostro. Ella lanza una mirada significativa en dirección a Mihael –quien en vez de prestar atención a los dos empleados, continua hablando por su teléfono- entonces mira a Nate y vocaliza "no-seas-estúpido-solo-toma-el-maldito-dinero" y voltea, probablemente para hacer la bebida de su cliente.

Nate frunce el ceño. Él no necesita quedarse con el cambio. No el de este hombre, de todas formas. Sí, él está en este trabajo porque necesita dinero, y si fuese cualquier otro, Nate ni siquiera lo pensaría dos veces antes de tomar el dinero. Sin embargo, este no es simplemente otro cliente. Este es Mihael, alguien hacia quien Nate, por alguna inexplicable razón, siente aversión.

Como un barrista, Nate ha tenido que lidiar con gran variedad de clientes. Él lidia con los simpáticos, demasiado simpáticos (ellos siempre se entusiasman acerca de la más pequeña cosa, le causan nauseas a Nate), coquetos (una vez tuvo a alguien que le preguntó para salir afuera por un café y Nate simplemente se lo quedó mirando fijamente, sin decir una palabra, hasta que el otro se dio cuenta de su error y entonces tomó tímidamente su bebida, saliendo de allí), también tuvo que lidiar con un manojo de clientes malhumorados, gritando como locos porque su bebida no es perfecta. Honestamente, él lidia con muchas personas, pero si hay una cosa que puede decir con certeza, es que absolutamente no puede soportar a Mihael. Es que simplemente hay algo en la manera que en Mihael camina, sin siquiera notar a los empleados trabajando en la barra, simplemente ordenándoles. Actúa como si ellos estuviesen por debajo de él, como si ni siquiera merecieran que él los mirara, la forma en que está más ocupado en sus estúpidas conversaciones por teléfono y como nunca se sienta enfrente de Nate. Él puede manejar clientes malhumorados, porque al menos ellos están dándote su completa atención. Nate no puede soportar la indiferencia.

¡Dame mi bebida!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora