Sea, Love and Hell (Nico Di Angelo Y Tú)

Cap. 4 Inician Los Conflictos.

(Narra __________)

La mañana de este día fue muy pacífica, campistas por doquier haciendo sus deberes y algún que otro sátiro haciendo de las suyas con las ninfas.

Nico se había ido temprano al Inframundo, al parecer Hades estaba teniendo problemas con algunas almas rebeldes y le pidió ayuda.

Percy, Annabeth y Jason habían ido por un semidiós a una escuela no muy lejana del campamento, Piper se había ido a Nueva Roma ya hace unos días para preparar todo en nuestra llegada. Y Leo... Leo era Leo, y donde quiera que estuviera seguro se metería en problemas.

Desayune tranquila saludando a alguno que otro campista, cuando se sienta alguien frente a mi en la mesa de la Poseidón.

David— Hola enana - fruncí el ceño por su apodo- Bueno, Hola ________.

— Hola David, ¿Qué se te ofrece? - pregunte mientras seguía comiendo mis waffles azules-.

David— ¿De casualidad se te olvidaba que debo ayudarte con la gema que tienes en tu cuello? - señaló el rubí en mi collar-.

— No, no se me ha olvidado, sin embargo no ha dado ningún problema - tome un poco de jugo de naranja- Tengo entendido que solo hay peligro si se rompe.

David— Bueno, allá tú si no quieres ni ayuda - dijo alzando las manos desinteresado- Pero recuerda que siempre tendrás a alguien con quien hablar en mi.

Después de esa rara platica con David, se fue y a mi se me fue el apetito así que decidí ir a ver a la Srta. O'Leary.

Al llegar a su "zona" por así decirlo, la encontré tirada en el suelo con la respiración agitada y con algunas heridas. Me acerque a ella con rapidez preocupada.

— ¡Srta. O'Leary! ¿Quién te ha hecho esto?

Con mis poderes, traje a mi agua para curarla, sin embargo no reaccionó, estaba en un sueño muy profundo.
¿Qué Hades le hicieron? ¿Cómo pudieron hacerlo con un perro de su tamaño?
Lo que sea que le hayan hecho la dejara dormida al menos hasta mañana en la tarde.

De la nada, me llegó un aroma a vainilla y menta parecido al aroma de Nico, mire a todos lados para ver si alguien o él estaban cerca pero no fue así.

Saque mi espada de bronce estigio (mi padre por fin me dijo el nombre del metal fusionado). Y me puse en posición de defensa.

— Sal de tu escondite seas quien seas.

Escuche una risa malvada a mis espaldas, gire rápidamente pero solo se veía una extraña nube de humo rojo. Eso solo podía significar una cosa. Eros.

Eros— Eres muy difícil de asustar ¿lo sabias? - dijo con cinismo- Nunca creí que fueras a descubrir tan rápido que había alguien contigo.

— Cuando eres un semidiós, no es tan difícil de asumir - sonreí con orgullo- Ya te derrotamos una vez idiota, no dudaremos en volverlo a hacer.

Eros— Esta vez querida ________ no es a mi al que deben derrotar - señaló mi rubí- Esa gema que portas ahí no es una mera casualidad. ¿Sabias que el beso de amor verdadero es real?

Flaquee por un momento y mire a la Srta. O'Leary, eso significa que... ¿No despertará?

Eros— Ah, no te preocupes por ella, ella solo está inconsciente por sus heridas ya sanadas, lo decía por un ser "humano".

— Al grano Eros, ¿Qué es lo que haces aquí?

Eros— Repito, esta vez yo no soy la amenaza, lo era en un principio pero con mis fuerzas. Ya no es lo mismo.