El chico que solo yo conocí [TsukiYama]

1. El ultimo día de otoño

La mañana comenzaba a ser más fría, la estación otoñal terminaba y dejaba entrar el helado invierno. Las hojas de los árboles decoraban el piso y crujían al pasar sobre ellas.

En la esquina de una calle, como todas las mañanas, un rubio esperaba a su amigo de la infancia, que hoy especialmente se estaba demorando en llegar para irse juntos a la escuela.

Tsukishima Kei, escuchaba música pero ya estaba desesperado, miraba una y otra vez la hora en su celular. No llegarían a tiempo al entrenamiento si el pecoso no aparecía en al menos 5 minutos.

Cuando su paciencia cruzo el limite, decidió llamarle por teléfono, lo busco entre sus contactos pero el usuario "Tadashi" no aparecía frente a sus ojos, aun así no supuso ningún inconveniente ya que hacia un tiempo que lo sabia de memoria, tecleo y maco. En el segundo ring atendieron la llamada pero antes de que pudiera comenzar a lanzar sus quejas la voz de una chica al otro lado lo hizo desubicarse.

-¿Hola?-dijo la voz desconocida-

-Busco a Yamaguchi-comento el rubio con tono sereno mas en su mente había caos, ¿era posible que ese pequeño castaño tuviera novia? Nunca jamás lo había comentado, ni dado la más mínima señal de un romance.

-Losiento, tienes el número incorrecto-

-Gracias-Un alivio se hizo presente al pensar que solamente había marcado mal, colgo y volvió a escribir el número, percatándose que era el correcto, ese era el contacto pero Yamaguchi no era quien contestaba. Pero a pesar de ese suceso no lo tomo como algo fuera de lo común. Después le pediría a alguien del equipo el número. Esta mañana su mente parecía ineficiente de recordar algo tan sencillo.

Al final tuvo que caminar apresuradamente para llegar a tiempo.

El entrenamiento comenzó, se sentia mas solo sin Yamaguchi a su alrededor, junto a él nunca había silencio o al menos no uno que detestar; mientras tomaban un descanso se acerco a su capitán.

- Daichi-San, me podría dar el contacto de Yamaguchi, desapareció de mi celular y no pude contactarme con el- la mirada de su superior pareció confundida.

-¿Quien es Yamaguchi?- pregunto, el rubio suspiro pensando en que sería alguna especie de broma.

- No es divertido, creí que estaría más preocupado porque no vino al entrenamiento -

- Tsukishima, ¿me estas intendo hacer una broma?- su capitán sonrío y comenzo a reír - No eres muy bueno pero al menos estas teniendo mejor sentido del humor - el más alto estaba ahora si confundido.

- No es broma, Yamaguchi Tadashi, también es parte del equipo ¿lo olvido?-intentaba mantenerse sereno ya que seguía pensando en que era una broma pero la seriedad de pelinegro lo asustaba.

-Si alguien más hubiera entrado al equipo lo sabría, soy el capitán, ¿no? - Se alejó de el, sin decir más y fue a preguntar a cada miembro del equipo, incluso a Kageyama, pero siempre recibía la misma respuesta, ya más alterado fue directamente con Sugawara.

- Sugawara-San, ¿sabe porque Yamaguchi no vino hoy al entrenamiento?-

-¿Yamaguchi?-

-Si, Yamaguchi Tadashi, también es parte del equipo, va en mi clase, es un poco más bajo que yo, castaño, con pecas, me sigue a todas partes y siempre me esta diciendo Tsuki, es imposible olvidar a alguien así -

El megane siempre había considerado que Sugawara trasmitía tranquilidad y podía calmarlo con sus palabras pero esta vez estaba haciendo el efecto contrario.

- Tsukishima, no hay nadie en el equipo así- el peliplatino lo miraba entre preocupado y compasivo- ¿no te estas equivocando? -

- No...no sé - su mente le estaba jugando una mala pasada, tenía sus recuerdos entre neblina, recordaba fragmentos donde Yamaguchi debería estar pero de repente desaparecía. El equipo se acercó pero Koushi los detuvo-

- Sigan con el entrenamiento, Tsukishima y yo saldremos -

El vicecapitan cruzó miradas con todos ahí que asintieron, salió con el más alto para que pudiera despejarse y pensar mejor. Se refresco echándose agua en la cara, Suga espero paciente hasta que el chico se relajará.

- Te ves pálido, ¿seguro no quieres ir a la enfermería?-

- Por favor, no me mire así, no estoy loco- cruzaron miradas de nuevo pero el de tercer año la desvió, era difícil creer que Tsukishima decía la verdad cuando no recordaba la existencia de esa persona que tanto insistía.

-No estoy diciendo eso, pero en verdad no conozco a alguien así - comento por enésima vez-

-Es imposible que nadie lo recuerde- estaba desesperado pero con la sonrisa tranquila de siempre su superior se acerco para animarlo-

- ¿Que te parece si lo vamos a buscar a tu salón de clases?-

- Gracias -

La respuesta fue la misma, ni sus compañeros, profesores, nadie, en los recuerdos de ninguna persona estaba el pecoso.

Las clases no parecían tener fin, fue una tortura para el chico esperar el tiembre final. No fue al entrenamiento de la tarde, fue al único sitio donde sabía que podía estar su amigo, el hogar que tantas veces visitó, en donde su amigo siempre lo recibía, le compartía música y mataban el tiempo. Como un lugar seguro, solo pars ellos dos.

Por primera vez en toda su vida Tsukishima Kei estaba temblando.

Un cartel de "Se vende" colocado en la casa de su amigo de la infancia lo hizo sentirse derrotado y solo la esperanza regreso a él cuando vio a la madre de Yamaguchi salir. Se acerco a ella.

-Buenas tardes señora, ¿está Tadashi?- si, frente a la familia del pecoso siempre lo llamaba por su primer nombre, ya había esa confianza-

- Disculpa cariño pero te equivocaste de casa-

- Pero Yamaguchi Tadashi, es su hijo, ¿no?-

-Bueno, si soy la señora Yamaguchi pero yo no tengo hijos-

- Yo soy Tsukishima Kei, su hijo es mejor amigos desde la primaria, ¡es imposible que lo olvidará! - todo ese lío habían dejado alterado a Kei, por lo que tenía pocos estribos y los comenzaba a perder-

- En verdad no se de que hablas- la señora retrocedió algo asustada mientras se alejaba de él- menos mal pronto me mudare- murmuro aun siendo comprensible para el rubio, y así se marchó dejando al chico que no podía estar más aturdido.

No entendía que pasaba pero ese día, el último día de otoño, todos se olvidaron de la existencia de Yamaguchi Tadashi.

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