8. La primera semana

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Al día siguiente desperté y como las chicas estaban dormidas aun (no las culpo, estaba amaneciendo) decidí pararme, cambiarme y bajar a la sala común con todas mis cosas.

Al bajar me di cuenta de que hacía mucho frío, agarré un libro de una pequeña biblioteca que había y me senté cerca de la chimenea para que me calentara.

Pasaron unos minutos que se sintieron como segundos y siento que alguien se sienta a mi lado, volteo y es Zabini.

—Hola, Blaise.—Digo con una sonrisa.

—Hola, Meli ¿Qué lees?—Dice Blaise mientras se acerca a mí y me quita el libro para ver la portada.—Puff, aburrido. A mí me gusta más el de aventuras de ese mismo autor.

—Lo leeré solo porque lo recomiendas tú, si no me gusta es que... Me quedaré sin comentarios.

—Te va a gustar, lo sé.—Blaise quedó apreciando las llamas en la chimenea, se voltea y dice.—Tengo hambre.

—Aún faltan 15 minutos para que podamos ir a comer.—Dije viendo un reloj en la pared.

—Eso es mucho. Siento que me voy a desmayar.

—Blaise que exagerado eres.—Digo volteando los ojos—Ven, vamos a ir caminando hacia el comedor.

—Espera, se me quedaron las cosas en mi cuarto, ya vuelvo.

Vi como Blaise subió unas escaleras a toda velocidad en búsqueda de sus cosas, yo seguí leyendo mientras veo como alumnos de todos los años van saliendo de la sala común, en eso veo a Daphne hablando con Draco.

Me saludaron y yo les correspondí una sonrisa. Draco se acercó a mi.

—Hola, Melissa.

—Hola, Gigante.

—¿Sigues con eso?

—Obviamente.

Draco se ríe.—Oye ¿Vamos al comedor?

—Me encantaría, pero estoy esperando a Blaise.

—Mmm ya, bueno, te espero allá.

—Está bien.

Me quedé parada unos segundos más y ahí vi a Blaise.

—Tardaste una eternidad.—Le digo con los brazos cruzados.

—Perdón, no sabía dónde dejé mi pluma.

—Que desastroso eres, Blaise Zabini.

—Cállate, cabello de escoba. Vamos a comer que ahora si me voy a desmayar.

Blaise y yo caminamos juntos mientras contábamos cosas entre nosotros y él hacía mucho chistes.

Al llegar me senté con Blaise y Pansy, mientras comía mis ojos fueron a la mesa de Gryffindor, mi hermano estaba comiendo con Ron. Cuando terminé de comer me fui a la mesa de Gryffindor y saludé a mi hermano y a Ron.

—¿Cómo te fue anoche, enano?

—Bastante bien. Tengo que hablar contigo, Melissa.—Le dio una mirada a Ron y me miró.—A solas.

—Está bien, señor, ven conmigo.

Salimos del gran comedor y nos quedamos en un pasillo.

—No me puedo molestar porque quedaras en Slytherin, pero tengo una pregunta ¿Tú le pediste al sombrero quedar ahí?—Me dijo Harry poniendo sus manos en mis hombres.

—No, enano, el sombrero estaba entre Gryffindor y Slytherin. Yo... Solo me quedé callada.—Dije jugando con las mangas de mi túnica.

—Está bien, no quería que quedaras ahí, pero igual te quiero y pues mientras te sientas cómoda.

¿Siempre fuiste tú? 💚 [en proceso] |Draco Malfoy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora