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✧┇Capítulo seis: Encriptado.

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El beso tomó un poco de ritmo e intensidad, sin perder delicadeza, Oliver se separó ante la falta de aire.

—¿Qué me hiciste Oliver? —Diego se dedicó a observar su rostro en silencio, embelesado extendió su mano y acarició los labios del practicante—. Desde que te vi, siempre he soñado con tenerte —La frecuencia cardiaca de Oliver comenzó a acelerarse—. Y desde que conocí a qué saben tus labios... me es complicado retener el impulso de probarlos —Volvió a besarlo, tomó delicadamente su labio inferior entre los suyos, suave, lento degustando cada milímetro, después dejó un besito en la nariz de Oli, en cada mejilla, en su frente... Oliver tenía miedo de tocarlo y a su vez de alejarlo, se dejó querer un poquito, sonrió chiquito al ver la ternura en los ojos del doctor.

—¿Qué me hiciste Oliver? —reiteró la pregunta.

—Yo no le he hecho nada —contestó sonrojándose, sosteniendo con premura su mirada y hubiera jurado que el tiempo se había detenido si no fuera porque alguien ingresó a la habitación. La frecuencia cardiaca de Oliver se aceleró nuevamente, pero esta vez por temor. Alicia era la persona que ingresaba. ¿Cómo se atrevía? Y su cara no era la mejor al ver la proximidad que había entre los dos hombres.

—Practicante Collins, buenas noches, que bueno es ver que ya despertó. ¿Cómo se siente?

«Asustado, atemorizado de que usted esté tan cerca y con ganas de matarla. ¡Vieja loca! ¡De gritarle a todo el mundo quien es usted!» Por supuesto no dijo eso, en cambio—. Adolorido —respondió con un ligero tono de ironía en la voz.

—De ahora en adelante debes andar más precavido, la salvaste por poco... no hay que arriesgarse.

¿Eso era una amenaza? Oliver no respondió nada, temía que pudiera explotar ahí mismo y eso afectaría la recolección de las pruebas.

La pediatra se aclaró la garganta—. Die... Doctor Miller, ¿puedo hablar un momento con usted en privado?

—¿Tiene que ser ahora? —replicó el aludido, haciendo que Alicia endureciera su expresión.

—Los cuidados que le ha brindado al practicante Collins a lo largo del día han sido excepcionales, creo que evolucionará satisfactoriamente, además sólo será un momento.

Oliver estaba alucinando... porque según él podía percibir un tono de molestia en la voz de la doctora. Sus tripas se regocijaron de alegría, por lo que entendía, Diego había estado al pendiente de su condición a lo largo de todo el día. Efectos colaterales de su plan mafioso. «¡En tu cara perra!» Oliver sonrió interiormente, su estúpido plan se había vuelto en su contra y en medio de su cuerpo magullado no podía sentirse más feliz. ¡Se había fastidiado ella sola!

Agudizó su oído para escuchar qué era lo que estaban conversando a las afueras de su habitación, escuchaba fragmentos:

—...fuiste muy evidente, hay personas que se han extrañado de tu actitud. ¿Cuándo un neurólogo se hace cargo de un caso así?

—Poco me interesa lo que tengan para decir esos... seguiré supervisando el caso porque...

—...¡Diego! ¿Tienes una idea de en lo que te estas metiendo...

—...Me hago una idea de en lo que quieres meterme tú... porque si no fuera así no hubieras...

—...Estoy cuidando de tu imagen...

—...te agradezco, Alicia. Pero de eso me encargo yo...

—...¡¿Cómo que te vas a quedar a cuidarlo?! Para eso están los enfermeros e igual nunca has cubierto un turno nocturno, yo pensaba que hoy...

Persecución © [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora