Illusion [En Edición]

Capítulo 9

LYNETTE

Estaba amaneciendo cuando los rayos del sol me dieron directo a la cara, gruñí por lo bajo tratando de cubrirme con mi mantita, pero no lo conseguí y tuve que abrir los ojos para ver quien había sido el que había abierto las cortinas.

-Buenos días Lynette. - dijo Dylan.

-Ah hola, Dylan. - dije acomodándome mejor en el sofá.

-Hola - dijo quedándose de pie mirándome - supongo que tienes una buena explicación del por qué estas dormida aquí ¿no?

-Pues claro que si Dylan - dije volteándome para verlo - da la casualidad de que Mireia esta dormida en mi cama y no me dejo un espacio para dormir con ella, así que mi única solución fue venir a dormir aquí ¿ya está el desayuno?

-Ay Lynette ¿y de tu amigo que está dormido en el cuarto de invitados? Y si ya está el desayuno.

-Ah pues el... el llego anoche tomado y se quedó a dormir ya sabes cómo es la policía con los jóvenes y era un peligro que se fuera a su casa manejando en ese estado ¡le podría pasar algo!

-Bien Lynette espero y no tengas problemas con tus hermanas por meter al chico en la noche.

-Tu tranquilo no pasara por cierto ¿sabes dónde están esas dos?

-Lo siento no las eh visto desde ayer.

-Bien gracias, Dylan ah y ya no va a pasar lo de ayer otra vez, hablare con Lyan al respecto.

No me dijo nada y solo asintió con la cabeza saliendo de la sala para dirigirse a la cocina para ayudarle a Julia con el desayuno. Me levanté rápido y me volví a cobijar con mi manta mientras me acercaba a la puerta de la cocina,

-Hola Lynette. - dijo Julia con una gran sonrisa mientras preparaba un jugo de naranja.

-Hola Julia.

-Espero y tengas mucha hambre hice de más mira.- dijo señalando la isla de la cocina que efectivamente estaba llena de comida.

-Perdón, pero esta vez no me lo comeré todo yo sola Julia, tendré ayuda ahora vuelvo.

-Está bien Lynette.

Me fui de la cocina y me dirige al cuarto de invitados para despertar a Lyan y que desayunara, lo bueno que ese día nos habían informado que no habría clases por quien sabe que de los maestros. Cuando entre olía horrible el cuarto y con un Lyan dormido en la cama.

-Lyan...

Me ignoro y ronco más fuerte.

-Lyan.

Nada.

-¡LYAN!

Se despertó dando un salto del susto e hizo que chocara su cabeza con la mía.

-Ahg mi cabeza me duele Lynette ¿Por qué me gritas?

-Te estaba hablando y no despertabas tuve que usar la fuerza para que despertaras.

-Podrías haber sido más amable ¿no crees?

-Oh no amigo después de lo de ayer lo único que quiero darte son unos golpes por imbécil.

-¿Ayer?

-Dios ¿pues cuanto tomaste? Ya ni te acuerdas como llegaste aquí Lyan.

-¿No estoy en mi casa?

-Me rindo, levántate para desayunar ¡ahora señorito!

Me puse de pie para salir de la habitación mientras el seguía refunfuñando como niño chiquito, ahora tocaba ir por Mireia. Llegue a mi habitación y me encontré la cama sola con mis cobijas echas un desastre y ruido en el baño, me acerque y toque la puerta.