Redencion

Días de Paz

                    《♡HINATA♡》

Miro a sus hijos jugar con suma tranquilidad, mientras estaba sentada al pie de un árbol. Su hijo mayor se adentro en el bosque y sus dos hijas le siguieron. Hina sonrió ladino y miro a su bebe en brazos. La brisa hacia revolotear su cabello. Los cabellos blancos de su bebe también eran víctimas de la brisa. Lo atrajo a ella con un poco más de fuerza y le beso la mejilla.

- ¡Mama! - el grito de su hijo llamo su atención. La peli negra alzo la mirada e hizo un gesto señalando al bebe dormido -  Aki se durmio...  - la peli negra asintio - ten mami - el albino le tendió una flor silvestre. Ryo era un niño muy lindo y encantador, en fisico. Identico a su papa. Dai su hija segunda tenía el mismo pelo blanco. Kira tercera hija tenía el pelo al igual que sus hermanos.

- gracias amor -sonrió la mujer tomando la flor y colocandosela en el pelo - es muy bonita.

- ¿Verdad que si? - el niño se froto la nariz, con aires de orgullo - te la doy para que te veas mas bonita mama.

- Mama es la mas bonita de todas - Kira  se acosto en las piernas de Hina, era una pequeña de dos años. Muy linda.

- Mama, onee- chan. ¿No deberíamos regresar ya a casa? - Dai se cruzo de brazos - papa no tardará en regresar.

- tranquila Dai - Ryo sonrió a su hermana menor - todavía ni siquiera llega el atardecer, papa llega cuando anochece.

Los niños

Así los niños se quedaron jugando un rato más, le gustaba verlos así. Jugando con tanta paz y tranquilidad. Le gustaba la nueva vida que tenía. Y mirar a Ryo. Era la viva imagen de su esposo cuando niño. Sonrío enternecida mientras Aki se removia en sus brazos. El pequeño se había despertado.

- hola mi amor... -  acaricio el pelo blanco de su bebe.

Pasaron un rato más en el patio. Hina decidió entrar a casa para poder hacer la cena.

- Ryo - llamo a su hijo. El la miro - iré a preparar la cena. Cuida de tus hermanas.

- si mama!

- mama... es mejor pedirme a mi que cuide de ellos. Ryo-nii es muy descuidado.

- retractate! - el albino se vió molesto y así  comenzo a discutir con Dai  mientras Kira  reía sentada en el pasto. Los amaba. Y amaba esa sensación.

Camino hasta su casa. Ella y su familia vivían en la cima de la colina. Lejos de la cuidad. Vivían en una isla tranquila sin héroes ni villanos. El lugar era simplemente perfecto. Tranquilo. Le gustaba ver a sus hijos crecer tranquilos. Al llegar a casa se quito los zapatos junto con los de Aki . Dejo al pequeño en la sala, le arrimo algunos juguetes y fue a hacer la cena. Pensaba en el pasado mientras hacia sus labores. Extrañaba de cierto modo aquellos tiempos, aquella epoca.

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Se escucho el como la puerta se abría y se cerraba, junto con un sonido pesado. Habían dejado algo en el suelo.

-¡papa! - sus hijos como siempre, corrieron a la entrada para recivir a su padre. Hina tomo los platos y camino hasta la mesa para poner la comida. Se giro y miro a su familia - bienvenido a casa.

- son tan fastidiosos - touya sonrío revolviendole el pelo a Ryo, beso las mejillas de Dai y Kira. Miro como Aki gateaba hacía el - si, si. Tu también - se agacho y cargo.

- bienvenido, touya-kun. - la peli negra se acerco a el bajando sus alas. Se apego a el y este la tomo de la cintura para así besarla.

- hay, por favor! - Ryo se quejo y camino  a la mesa dandole la espalda a sus papas.