Una tierna niña de no más de 8 años, con tendencia a ser hiperactiva, que busca algún día ser tan inteligente como su adorado hermano mayor Ishigami Senku.
Ambos tendrán que salvar a la humanidad de las terribles garras de la petrificacion, mientras...
Una pequeña niña de 8 años se encontraba saliendo de su salón de clase para dirigirse al área de Secundaria, específicamente, al club de ciencia donde seguramente se encuentra su hermano mayor.
- ¡¡Ishigami-chan!!, ¿hoy también vas quedarte ayudando a tu hermano? - menciono una de sus amigas al verla salir del salón.
- Si, el me prometió que podría ayudarlo con su experimentó - respondió la pequeña Ishigami deteniendo su paso, y con estrellitas a su alrededor.
- Bueno, ¿y qué es lo que está haciendo esta vez?... mejor no me cuentes, seguro el algo complicado -dijo la niña, cortándole la inspiración a la joven Mina, quien ya estaba preparando una explicación detallada – En fin, cambiando de tema, mañana Nakamura-kun, Tanaka-chan, y yo, nos reuniremos en el parque, ¿te apuntas? – finalizo aquella niña.
- Tendría que preguntarle primero a mi hermano, cualquier cosa te aviso – respondió la rubia, con una gran sonrisa.
- Entonces estaré esperando tu respuesta, no lo vallas a olvidar, por cierto, nos reuniremos a, las 3:30 pm – le dijo la otra joven sabiendo que probablemente a la contraria se le olvide preguntar por estar haciendo cosas científicas con Senku.
- No te preocupes Igarashi-chan, prometo no olvidarlo, lo prometo por el meñique – dijo extendiendo su mano en dirección de su amiga, quien aceptó gustosa juntar los meñiques.
- De acuerdo, nos vemos luego Ishigami-chan.
Después de esto, las pequeñas se despidieron, la joven Mina retomo su camino.
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Al llegar al club de ciencias, se topó con el mejor amigo de su hermano.
- Taiju-kun!!! - grito alegremente la pequeña acercando al grandulón, como suele llamarlo Senku.
- Hola Mina!!! - grito el aludido anteriormente mientras abrasaba a la pequeña hermana de su amigo - ¿hoy también bienes a ayudar a Senku? - dijo soltando a la menor.
la pequeña asintió mientras tomaba aire ya que el grandulón casi la asfixia accidentalmente con ese abraso.
- ¿Oye te encuentras bien? ¿necesitas ir a la enfermería? - hablo preocupado el mayo.
- No te preocupes, estoy bien - dijo mientras esperaba que Taiju abriera la puerta del laboratorio.
El mayor asintió con una sonrisa para proseguir en su tarea de abrir la puerta.
- ¡Escúchame, Senku! ¡Lo he decidido! ¡Voy a decirle a Yuzuriha lo que he sentido por cinco años! - grito el castaño entrando al club de ciencias.
- ¿Enserió? ¡¡Buena suerte!! - dijo Mina entrando detrás de él, contagiada de la emoción de su gran amigo.
- Pero que interesante - el cabello de cebollín hablo volteándose en dirección de su amigo de la infancia - te animare hasta destrozarme las cuerdas vocales, desde este laboratorio.
