Pasos descalzos

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A veces las personas no son tan especiales. No poseen ese talento único que los hace diferentes a los demás. No tienen esa chispa, ese "yo nací para esto". 

Y está bien. Quiero decir, ¿Para qué querer resaltar en un mundo lleno de artistas, actores, científicos, doctores, etc.? ¿Acaso querer no resaltar esta mal? 

Camino en las calles, en la facultad, en la ciudad. Las personas pasan por mi lado sin siquiera notar que estoy allí. En cierto modo me gusta. Después de todo, tener tanta atención incomoda, ¿no?. 

Sé que suena cliché, y me voy a arrepentir por escribir lo que voy a escribir, pero es que de otra forma no me siento. Soy un cero a la izquierda. Una don nadie. Y no es desde que comenzó la pandemia y todo ello. 

Sino, desde siempre. 

Desde que no comprendía los juegos de algunas niñas. Desde que me sentía extraña en las fiestas de cumpleaños de mis compañeros. Desde que se reían de mi por mi altura, que por cierto mido 1,50 mts. Si, lo sé, es poco. Y si, hay gente que atraviesa problemas muchos mayores, pero esto es lo que siento, y lo que quiero liberar. 
Nunca he pertenecido a un grupo de amigos numeroso, siquiera sé si he pertenecido a uno alguna vez. Lucho para que eso no me importe, pero sigue ahí. Como una voz molesta que se presenta de vez en cuando. 

Este pensamiento recurrente de las noches, de los días y de las tardes. Y mejor no hablemos de las fechas festivas, donde todo se vuelve peor. 

--- ¿Ya les dijiste a tus amigos que el sábado hacemos tu cumpleaños en casa? - Dice mamá mientras corta un trozo de carne y se lo lleva a la boca. El aroma del estofado inunda el comedor, y por ese momento mi corazón se siente llenito. 

--- Si, pero es época de parciales, no creo que puedan venir. - Miento. Sé que lo hago. Sin embargo, vuelvo mi mirada al plato medio lleno. Creo que me sirvieron mucha comida. 

--- Bueno, pregúntales y luego me dices cuántos somos. Tengo que ver cuantas pizzas voy a cocinar. - La charla termino cuando conteste un "esta bien". 

Nada de eso era cierto. Mamá, lo cierto es que no tengo a quienes llamar "amigos". Pero no tienes que saberlo. Tampoco es tu culpa. Ni siquiera sé si es la mía. Simplemente, siento que no encajo. Algo no esta bien. 

Lo intento, te juro que lo intento. Todo va bien al principio: conozco a alguien, charlamos, nos hacemos mas amigos (o eso creo yo) y luego se va. Así sin mas. Sin siquiera decirme qué paso. Tal vez mi vida es muy aburrida. No lo sé. 

Es que con apenas 18 años ya conocía mas cosas de la vida que mis propios compañeros de secundaria. Ya trabajaba, en negro pero trabajo en fin, ya tenia otro tipo de responsabilidades, ayudaba a mi familia, me enfocaba mucho en mi carrera universitaria. Cosas que para los demás eran aburridas. No lo niego. No iba a fiestas, tengo una política de no tomar alcohol (por decisión propia, además de que no me gusta el sabor), no era de salir mucho y todos los fines de semana trabajaba junto a mi familia. 

Aburrido, aburrido, aburrido. 

Sí, lo sé. No suena muy atrapador. Ah, y además de que mi banda favorita era One Direction. Y no, no fue una etapa. Aun me sigue gustando. Pero eso es tema para otro día. 
El punto es que hoy en día me siento... sola. 

Muy sola. 

Sumado a que hace un par de meses me separe de mi ex novio. Una relación de mas de 5 años. Otro día les hablare sobre él. 

A veces me imagino a mi en un accidente o simplemente me pasa algo en la calle, en la universidad u otro lugar. Me imagino yendo en la ambulancia y que me pregunten a quien deberían llamar. Mi boca diría: Mama, mi hermana, y allí termina la lista. Se forma un nudo en mi garganta. 

Si no fuera por mi hermana, realmente no tengo a nadie con quien hablar. Y ni siquiera puedo decirle estas cosas, mi idea no es preocuparla. Quiero decir, confió en ella, la amo, pero no se siente bien decírselo. 

A veces me golpeo mentalmente por la cantidad de veces que la he cagado con gente a la que quería. A cómo aleje a mis amigas de la secundaria por mi (ex) novio. A cómo deje de ver a mis amiguitas de la calle (niñas con las que solía salir a jugar en las tardes). 

A veces me pregunto cuándo fue que empecé a pagarme. Si fue en la primera burla. Si fue en la primera vez que dije "estoy bien" cuando no lo estaba. Suelo guardarme mucho mis sentimientos. Tal vez por miedo a que los demás no los comprendan o simplemente porque no les interesan. 

Todo parece tan oscuro. Todo parece tan frio. frio como mis manos sobre este teclado, escribiendo sin parar, sin percatarme en las correcciones (que seguramente veré luego). Sin embargo, no todo es negro. O por lo menos yo no quiero. 

Ya no quiero ser negro o gris. 

Quiero ser un amarillo brillante. De esos que te contagian de alegría. 

Quiero que mi sonrisa brille alto y fuerte. 

Que mi voz se escuche fuerte y claro. 

Y que mi corazón se vuelva a sentir llenito y regordete. 

Dicen que atraes las cosas según tus vibraciones. Según lo que entendí, si vibras en forma alegre, o con cosas buenas; cosas buenas vendrán. En cambio, si estas apagado, si tus vibras apenas se escuchan y si lo hacen, solo dicen lo mal que te sientes; cosas malas vendrán. 

Por eso, hoy me digo: Vibra fuerte, Ale. Que el mundo esté a tus pies y que no haya barrera suficiente para derrotarte. 

Y este es el primer paso. El primero de muchos que quiero dar. 

Cartas a las estrellas.Where stories live. Discover now