El calor de un gelido corazón || MidoriyaXFemTodoroki

Un Nuevo Mundo

Después del encuentro de la familia Todoroki con Dabi, y del anuncio oficial sobre la caída de la liga de villanos, los héroes profesionales se encargaron de destruir todo lo que quedaba de la organización y arrestar a todos los involucrados, la sociedad japonesa se había librado de un gran problema. Aún así quedaron varios villanos que se dedicaban a tomar el territorio abandonado por Shigaraki Tomura, razón por la cual los héroes eran más necesarios que nunca. Pasaron tres años desde todo esto, y tal y como lo habían planeado Midoriya y Todoroki, el antiguo criminal perteneciente a la antigua liga de villanos estaba en una cárcel de mínima seguridad cumpliendo su condena, quien curiosamente estaba siendo visitado en este momento. El ex-villano estaba en una celda con paredes de cristal, alejado de todo lo inflamable

Midoriya: Me alegra ver que sigas en una pieza, Dabi-San. Shouko quería venir a visitarte, pero tú padre la tiene muy liada en su agencia - Decía el pecoso a través del cristal -

Dabi: Ya lo sé, Fuyumi viene a contarme todo cada mes. Lo único que quiero es acabar mi condena y salir a estirar las piernas, ya me cansé de dormir en ese catre - Decía el chico mientras se revolvía el cabello -

Midoriya: ¡Claro, eso también quería decirte! - Decía el peliverde emocionado mientras buscaba algo en su bolsillo - Aquí esta... - Dijo el chico mientras presionaba una hoja de papel contra el cristal - Por fin terminaron de procesar tu caso, mañana seras un hombre libre

Dabi: ¿Y a qué estás esperando? Llévale eso al tarado que dirige este lugar para que me saquen - Decía el chico mientras sonreía -

El joven héroe sonrió también y llevó el documento ante el directo de la cárcel para que liberaran a Dabi, y gracias a que ya era un héroe podía ser el encargado de escoltar al ex-villano hasta su nueva residencia, donde debía vivir durante sus primeros años de libertad. Era una zona apartada de la ciudad donde habían departamento de uso común para ex presidiarios

Dabi: No es una mansión, pero al menos ahora las paredes no son transparentes. Antes no podía ni rascarme los pies sin que los guardias me miraran - Decía el joven mientras revisaba el lugar y llevaba sus pertenencias al dormitorio - Vaya, tiene una habitación, baño, cocina y estoy a dos cuadras de una tienda de conveniencia... ¿Y se supone que acabo de salir de la cárcel? Esto es mejor que el basurero donde dormía con Toga

Midoriya: ¿Himiko y tu tenían esa clase de relación? No me habría imaginado, con lo sádica que se veía

Dabi: No, simplemente dormíamos en el mismo lugar, bueno... una que otra vez nos divertimos... pero nunca llegamos a nada formal, éramos criminales después de todo - Decía el joven mientras miraba por la ventana - Y hablando de chicas ¿Como está mi hermana?

Midoriya: Bastante bien, agobiada por que tu padre la presume en todos lados desde que se graduó, pero ignorando eso todo bien. Aunque la moto algo ansiosa últimamente - Decía el peliverde mientras le entregaba unos papeles al chico - Ahí está todo lo que tienes que saber sobre cómo respetar tu libertad condicional, si lo haces todo bien, en tres años más seras completamente libre

Dabi: Gracias, cabeza de brócoli. Pasare a visitarlos cuando termine de acomodarme, lo primero es buscar a alguien que me haga compañía en la cama

Midoriya: Lo que tu digas, si me disculpas, tengo que volver a casa. Ya terminé con mis obligaciones por hoy, nos vemos

El peliverde termino de cumplir sus deberes como héroe y de hacer los arreglos para que Dabi no se metiera en problemas, cuando todo quedó solucionado el pecoso regresó a su hogar con su novia.

Tres semanas después...

Cuando Midoriya y Todoroki se graduaron de la academia, trabajaron hasta poder pagarse un departamento para vivir tranquilos, porque en el caso de Todoroki ella se la pasaba siendo acosada por las miradas de toda su familia cada vez que se reunía con el peliverde, y en el caso de Midoriya, el chico vivía en el departamento donde solía estar con su madre antes de que muriera y no era el mejor ambiente para llevar una relación. Así que por el bien de su relación decidieron irse a vivir a otro lado. En este momento la bicolor estaba en la agencia de su padre, se supone que estaban en una reunión solo el alza de la actividad criminal en el área que patrullan, pero lo único que la bicolor podía escuchar era a su padre decir "Bla, bla, bla, bla..." hasta el final de la reunión