CAPÍTULO 34

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CUENTA REGRESIVA
5...

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Jadiel

Me había dedicado a intentar encontrar a Trevor Roosevelt.
Después de que Collin y Elliot me hicieran a un lado, no me quedó de otra que averiguar todo por mi propia cuenta.

Está de más decir que no conseguí mucho. Ni Elian, ni Kendall contestaban mis llamadas y haberme tomado el día entero no había servido de mucho teniendo en cuenta que Arie vivía con nosotros y tenía la mala costumbre de curiosear de más.

Si tan solo supiera que se trataba de ella...

Ese era otro gran problema: la culpa me carcomía vivo. Estuve por decirle todo en más de tres ocasiones, pero Evan me había dejado en claro que de temas familiares se encargaba él. Y para rematar, Arie no dejaba de mencionar de lo muy extraña que se había sentido al ver a su hermano después de todos esos años.

Quería hacerlo. Quería decirle todo lo que había pasado, pero también quería ser egoísta.

A veces, lo que queremos es muy diferente a lo que debemos hacer.

Salí del departamento de Pollux con el corazón a mil y me detuve en cuanto me di cuenta que la camioneta que había visto horas atrás, seguía ahí.

Bien, alguien nos estaba vigilando. La pregunta era: ¿quién? ¿Aluce o Evan?

Miré fijamente hacia el parabrisas y giré sobre mi lugar para adentrarme en el callejón al lado del departamento en el que el hermano de Arie se hospedaba.

Arrastré las suelas de mis zapatillas sobre la vereda, y antes de que pudiera llevar una mano hacia la navaja que traía escondida, alguien quitó el seguro de una pistola. En cuestión de segundos sentí la boca de fuego en mi cabeza, y supe que no tenía muchas posibilidades de ganar si movía un músculo.

—MI5*— una voz masculina me trajo a la realidad. ¿Era una pesadilla, o realmente estaba pasando? Estaba completamente seguro de que teníamos a todo el MI5 en la palma de nuestras manos, ¿quiénes eran esos? —¿Me ha escuchado?

Ladeé la cabeza. El arma empujó mi cabeza con determinación y entendí que no debía voltear.

—No sé qué quieran, pero se han equivocado de persona...

—Jadiel Van Iveren— otro hombre habló y este sí se paró frente a mi. Hasta se molestó en mostrar su placa —El MI te necesita.

Fruncí las cejas. ¿Ese quién era?

A decir verdad, dudo que importe mucho. Sácanos de aquí...

Me di vuelta sobre mi lugar mientras recibía amenazas. Si realmente me necesitaban, entonces no se atreverían a matarme.

El que estaba apuntándome parecía de mi edad, o incluso la de Elliot.

Cuando le aparté el arma de un tirón, ambos nos lanzamos al piso y comenzamos a pelear. El hombre trató de ayudarlo pero logré tirarle una patada en la nariz, logrando que retroceda mientras yo me encargaba de levantarme para huir.

En ese momento, algo golpeó contra mi nuca y caí inconsciente.

...

—¡Freya lo ha matado!

—¡Cállate! Está despertando.

El resto casi fue inaudible, pero regresé a la realidad cuando un chorro de agua cayó en mi cara, causando que me inclinara hacia delante. Apoyé mis manos sobre la mesa y de inmediato busqué el arma que tenía escondida, pero no había nada. Por supuesto que no había nada.

Efímero & 180 [✔️]Where stories live. Discover now