ESPINAS

20 2 1
                                    

Nunca me enviaste flores.
Ni siquiera mis favoritas, que sabías más que bien que eran las rosas.
Pero de todas formas, se siente como si me hubieras dado una planta llena de espinas.
Espinas que se clavaron en mi corazón, que de a poco van terminando de salir.
Hasta que yo me convierta en esa rosa que tanto anhelaba, y que en su momento no me hubiera importado no recibir.

Escritos de (des)amor (OBRA COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora