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“Es hora de que me olvides, así como yo pienso olvidarte”.

La noche había acabado y el sol comenzaba a asomarse con sus cálidos rayos solares y un grupo seguía su camino en la carreta donde Miroku, Shippo, Kikyō y Sango dormían, pero la carreta fue bruscamente para despertando a todos con un susto.

- ¿Qué pasa Inuyasha? - preguntó Kikyō.

Inuyasha no respondió solo miraba hacía el frente apretando los puños nadie entendía que le pasaba, hasta que miraron al frente y observaron a tres hombres montados en caballos y esos hombres eran los que habían ido hace días atrás por medicinas a su aldea, pues Isuma, Yuki y Taki se encontraban ahí frente a ellos.

- ¿¡Ustedes son los chicos del pueblo de dónde proviene la señorita Kagome!? - gritó preguntando.

Miroku bajo de la carreta, pues era el único entre el e Inuyasha que se encontraba calmado.

- Así es mi señor - respondió - Queremos ir a la ciudad de las flores para poder ver a nuestra amiga, ya que estamos muy preocupados por ella -

- El señor Anãki ya sabía de su llegada y nos pidió que los escoltemos para que puedan llegar hoy en la tarde - explicó - Así que por favor sigan nos -

- Muchas gracias mi señor -

Miroku volvió a subir a la carreta con una sonrisa en su rostro, pero Inuyasha tenía un mal presentimiento al igual que Kikyō, los tres hombres comenzaron a avanzar seguidos por la carreta y aún cuando Isuma estuvo en desacuerdo no quería desobedecer a Naraku quien solo ha sido amable con ellos.

Flashback...

- Naraku-sama, ¿Seguro que quiere hacer eso? - preguntó preocupado - ¿Qué tal si intentan secuestrarla o intentan matarla? -

- Ya te lo dije Isuma no mantendré a Kagome prisionera de este lugar con un deber que no le corresponde - respondió con total serenidad.

- Usted es realmente amable mi señor - mencionó.

- No es que lo sea Isuma solo siento una gran tristeza el tener que pensar que ella se irá - dijo.

- ¿Naraku-sama usted? - preguntó sorprendido.

- Ve por ellos y lleva a Yuki y Taki entre más rápido vengan más rápido se acabará esto -

- Si Naraku-sama -

Fin Del Flashback...

No cabía duda en Isuma sabía que su amo y señor se había enamorado de la señorita Kagome e intentaba acabar con su dolor ya, por eso llevaría a estas personas antes la señorita Kagome para que ella decida si quedarse o no sabiendo el riesgo de que podían odiarlo sus hijos.

- Naraku-sama - susurraba.

En la ciudad de las flores en el palacio de la familia Anãki las cosas no iban para nada bien, pues las dos princesas habían escuchados los rumores por la señora Mikoto

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En la ciudad de las flores en el palacio de la familia Anãki las cosas no iban para nada bien, pues las dos princesas habían escuchados los rumores por la señora Mikoto.


- ¡¡Padre!! - gritaban.

Kagome quien se encontraba con Hakudoshi en el jardín escucharon el gritó de las dos princesas, confundidos entraron al palacio en el salón principal donde las dos princesas se encontraban.

- ¿Qué pasa niñas? - preguntó preocupada - ¿Por qué esos gritos? -

Tanto Kanna como Kagura miraron con lágrimas a Kagome quien no entendía lo que pasaba y menos el pequeño príncipe quien estaba aferrado al kimono de Kagome.

- ¿Es cierto que te irás? - preguntó Kagura entre lágrimas.

- ¿Eh? - exclamó confundida - ¿Por qué dices eso? -

- Porque Kanna y yo nos enteramos que un hanyō que es tu pareja vine por ti para llevarte lejos de nosotros y de papá - respondió entre lágrimas.

Hakudoshi al oír eso apretó más la tela fina del kimono podía sentir las lágrimas salir, pero Kagome estaba sorprendida nunca pensó que Inuyasha la fuera a encontrar tan rápido, pero las puertas fueron deslizadas mostrando a Naraku quien llevaba un porte algo decaído.

- ¿Qué sucede? - preguntó calmadamente.

- Papá quieren llevarse a mamá - respondió Kagura llorando - Debes evitar eso -

Naraku miraba a su hija mayor llorando como Kanna, pero al mirar a su hijo Hakudoshi sabía que sería difícil.

- No lo haré Kagura - respondió - Su madre no es prisionera y antes tenía una vida lejos de aquí -

Aquellas palabras dejaron heridos los corazones de los tres pequeños niños, pero Hakudoshi lo entendía y sabía que su padre también sufría no por nada era tan apegado a él.

- Entiendo - dijo el pequeño.

- Ahora calmen sé si Kagome desea irse así será, pero si quiere quedarse será bienvenida - explicó.

Las dos princesas apretaban sus pequeñas manitas con lágrimas en sus ojos, pues no aceptaban las palabras de su padre.

Sueños De Amor (Naraku x Kagome) (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora