Enamorada de mi paciente [Gemeliers Hot] [Terminada]

Capitulo 11

Me levante por el sonido del despertador, eran 6:00.
Si hoy me levanto antes, es que me voy a arreglar bien y necesito mi tiempo.
Me levanto de la cama y me voy a la ducha.
Cuando acabo me pongo la ropa interior y seguido un vestido azul (foto el multimedia)
Era precioso.
Me seco el pelo y me lo peino, después me lo plancho todo.
Me pongo unos tacones negros que llevaba una tira plateada y brillante.
Me maquillo la raya, el rímel y pinta labios color rojo pasión.
Son las 7:00 y ya estoy lista.
¡Nuevo récord!
Me preparo el desayuno con tranquilidad.
Un zumo de naranja, un cafe y un par de tostadas con mantequilla y mermelada.
Cuando acabo de desayunar me pongo la chaqueta y cojo el bolso.
Andaba por la calle, mucha gente de la calle me conocía por mi trabajo, algunos eran pacientes, otros amigos, otros amigos de pacientes y siempre alguien me saludaba.
Hoy mucha gente me a parado porque decían que iba súper guapa, yo me limitaba a sonreír como una tonta y ponerme mas roja que un tomate.
Cuando llego al despacho me quito la chaqueta y el bolso y lo dejo en aquel gran palo alargado.
Me fijo en Edith, que me estaba mirando fijamente, con su boca abierta que se le iba a caer la baba.

-Cierra la boca que te van a entrar moscas.-Dije yo, guiñando le un ojo.

-Dios tía, vas preciosa.

-Gracias, me e tirado media hora para elegir el vestido pero al final me e decidido por este. Pensaba que no estaba bien.

-Que va, estas súper guapa. ¿Como que te has puesto así?

-Ayer llame a Jesús y hoy va a venir.

-¿Enserio?

-Sii.

-Dios seguro que se queda embobado mirándote.

-Que va.

Tocaron la puerta, la verdad que estábamos tan concentradas hablando, que el susto que nos habíamos pegado era un poema.
El paciente entro en mi consulta después de mi.
Yo atendía a lo que me decía, mientras de vez en cuanto apuntaba algo en la libreta.

-Bueno pues me alegro de que estés bien, creo que no hace falta que venga mas a las consultas.

La paciente asiente, me da sus ultimos 60 euros y me da las gracias por haberle ayudado tanto.
Yo simplemente me limitaba a sonreírle.
La chica sale de la consulta, y en seguida entro el siguiente paciente.
Muchos pacientes se fijaban como iba vestida y me decían que hoy iba muy guapa, yo solo le daba las gracias y les sonreía.
Seguro que con tanto alago me acabo por poner roja como un tomate.
Salgo de la consulta, donde Edith se encontraba en su mesa con el ordenador.
Me siento en la silla de enfrente y ella pone sus ojos en mi.

-Tengo la sensación de que hoy tampoco va a venir.

-¿Porque piensas eso?-Preguntó Edith con el ceño fruncido.

-Nose.

-No te preocupes, estoy segura de que va a venir.

-Vale, ¿Vamos a comer?

-Venga.

Cogemos los bolsos y vamos a la planta de abajo.
Pero penas tenia hambre, estaba tan nerviosa de lo que podría pasar, que se me quito el hambre.
Así que me cojo la misma ensalada del otro día, ya que estaba muy rica.
Acabamos y pagamos la comida a medias.
Eran las 16:00, faltaba media hora para que Jesús venga.
Mientras que la media hora iba pasando, yo hablaba con Edith sin parar.
16:30 venga, en teoría Jesús esta apunto de entrar por la puerta.
Espero unos minutos mas pero no venia.
16:35.
Seguía sin venir.
Miro a Edith nerviosa, mientras no paraba de dar vueltas por todo el despacho.

-Te dije que no iba a venir.

-Tranquila Sara, estará al llegar.

Yo asentí.
16:40.
Tocan la puerta, pude ver como detrás de ella estaba el, Jesús.
Mira a Edith con una sonrisa, mientras ella me sonreía con una sonrisa victoriosa.
Jesús entra al despacho y nos quedamos mirándonos fijamente.

-Perdón por el retraso, e tenido un problemita.

-No te preocupes.

Nos quedamos los tres en completo silencio, sin saber que decir y mirándonos unos a otros.
Asta que yo decido romper un poco aquel silencio tan incomodo.

-Emm.. Jesús, ves entrando a mi consulta. Voy en seguida.

Este asintió y se empece a acercar mas a mi.
Su mano y mi mano se rozaron, lo cual hizo que mi piel se erizara en un segundo.
Entra en mi consulta y vuelve a cerrar la puerta.

-¡Dios tía estoy súper nerviosa!

-Tranquila tía, ¿Has visto como te a mirado? Se a quedado embobado.

-Callate que me pongo mas nerviosa.

-¿Que le vas a decir?

-No lose, nose como decirle que me gusta muchísimo y que desde la primera vez que le vi me cambio la vida a mejor. Nose como decirle que aquella noche si que sentí cosas, sentí por un momento que el era mío. Nose como decirle que estoy completamente ENAMORADA DE MI PACIENTE.

-Waaw*-* pues dile eso tal cual.

Yo sonreí y asentí.

-¿Voy bien?-Digo yo señalando mi vestido.

-Vas preciosa.

Yo le sonreí por ultima vez y entre en la consulta.
Donde Jesús estaba sentando en el sillón donde nos dimos nuestro primer beso.
Me siento a su lado, sin decir nada.
Su mirada no se quitaba de mi, igual que yo a el.

-¿Para que querías que viniera?

-Hablar.

-¿De que?

-Pues.. Sobre lo que paso el otro día.

Veo como Jesús me frunce el ceño.

-No hay nada de que hablar Sara, me dijiste todo.

-Jesus déjame hablar.

-¿Para que? ¿Para hacerme mas daño?

-Jesús..

-No Sara déjame, me voy.-Dijo Jesús levantándose del sillón.

Yo le agarre del brazo e hice que se volviera a sentar.
Como no me dejaba hablar lo único rápido y que se puede entender era besarle.
Así que me lance y le bese. El cual Jesús me lo siguió.
Me puso su manos en mi espalda, haciendo que me quede mas pegada a el.
Yo le puse mis manos por al rededor de su cuello.
Al rato nos separamos por falta de oxigeno.
Nos quedamos mirándonos fijamente, en completo silencio.
Pero sin duda era un silencio incomodo.
Era agradable.

-¿Y esto?-Decidió preguntas Jesús, rompiendo el silencio.

-Es lo que te quiero explicar pero no me dejas.

-Lo siento, te dejo hablar.

-Pues..

...