Ace sospecha que su hermano menor Luffy, tiene un novio y con ayuda de sus amigos esta dispuesto a descubrir de quien se trata.
─¿Realmente haremos esto, Ace-ya?
─En efecto, mi estimado Trafalgar.
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—Capitulo 4.
El pelirrojo jugueteaba tranquilamente con aquel lápiz entre sus dedos, frunció suavemente sus labios y dio una mirada seria a aquel ser, alzo una ceja desafiante y sonrió con sorna cuando un gruñido salió del contrario, soltó un grito seguido de risas cuando el perro blanco se le echo encima.
Law negó con una pequeña sonrisa y continuo con la mirada en la computadora, Yamato también se unió al juego y gateaba por la habitación jugando con el cachorro, que daba brincos y movía juguetonamente su cola.
—Se supone estamos aquí para hacer un trabajo, no para jugar con el cachorro de Ace. —suspira Deuce parado en la puerta con unas bolsas de bocadillos, a un lado apareció un sonriente pecoso que entre brinquitos ingreso a la habitación.
—Para tu información mi buen amigo, aprovecharemos para planear como descubrir al novio de Lu.
El peli azul viro los ojos cansado y cerro suavemente la puerta de la habitación, para luego dejar en la pequeña mesa los bocadillos.
—No piensas darte por vencido, ¿cierto? —cuestiona Kid, tomando con rapidez su bolsa de frituras, toma asiento en la alfombra y deja que el cachorro se acueste encima de sus piernas.
—¡Jamás! —exclama, golpeando la pequeña mesa, suelta una disculpa ante la mirada molesta del oji gris.
—¿Y que plan tienes?
Con un pequeña sonrisa, el pecoso negó con su dedo índice.
—Planes.
. . .
El joven rubio revisaba el pequeño horario que poseía en su casillero, saco un cuaderno de su mochila y lo guardo allí adentro, para en su lugar tomar otros dos. Tras acomodarse la mochila correctamente, se hecho en el hombro su sudadera y comenzó a caminar por el pasillo con la mirada centrada en su celular.
Soltó un chillido cuando fue jalado dentro de un salón, se asusto aun mas al darse cuenta que todo estaba oscuro, tras un movimiento de una silla dio un brinco y con rapidez encendió la linterna de su celular, soltó un grito y casi cae para atrás al tener de frente al pelirrojo y al azabache.
