ꞈ҂ 𝗧𝗛𝗘 𝗪𝗘𝗜𝗚𝗛𝗧 𝗢𝗙 𝗜𝗧 𝗔𝗟𝗟 𖧧⸼

᭝𔗞 ❛ ᥴᥲρίtᥙᥣo ᥴᥙᥲtro 𖥻﹗

⠀El dolor me despertó en medio de la noche. Debo de haber tratado de darme la vuelta y mis músculos reclamaron con vehemencia. Todavía medio dormido, golpeé suavemente al otro lado de la cama, tratando de despertar a MinHyuk. No fue hasta que mi mano no encontró más que sábanas frías que recordé que MinHyuk ya no estaba aquí. Me dolía el corazón, junto con el resto de mi cuerpo, por lo que era una especie de accesorio, supongo.

⠀Yo con mucho cuidado me levanté de la cama, dejando escapar un –owwwww- siempre que me movía. Haciendo mi camino hacia el cuarto de baño como un hombre de noventa años de edad, saqué un poco de Advil y muy deliberadamente no me miré en el espejo.

⠀No podía hacer frente a lo patético que me sentía. Yo no necesito verlo frente a mí.

⠀Todo mi cuerpo herido. Mis piernas, brazos, pecho, espalda, en todas partes. Me arrastré a la cama, todavía sorprendido de ver que estaba vacía, no he dormido del lado de MinHyuk, y sentí la punzada de nostalgia y soledad en mi corazón que se intensificaron e hicieron que todos mis otros dolores y molestias parecieran insignificantes.

⠀Yo estaba despierto antes de que mi alarma sonara, mirando al techo y tratando de no moverme. Ni siquiera tenía que desplazarme para saber lo que está herido. Todo herido sin tratar. Hoy iba a ser un infierno. Yo no tenía manera de saber si el remojo en el baño de la noche anterior ayudó en absoluto, y tenía que preguntarme cómo me habría sentido si JeonGguk no me hubiera dicho que lo hiciera. Pero sabiendo que el movimiento suave y estirar los músculos, junto con una ducha de agua caliente, ayudaría, me hizo levantarme.

⠀―Jesucristo.

⠀⠀Gemí en voz alta con cada paso al cuarto de baño. Y si pensaba por un minuto que estaba en dolor el día de ayer, hoy ha sido todo un nuevo nivel de dolor. El alcanzar los grifos de la ducha me dolió, me dolió el agua caliente, tratando de lavar mi cuerpo herido, el secarme me dolió, me hice daño al vestirme. Ponerme los zapatos y haciendo mis cordones fue una hazaña digna de los Juegos Olímpicos de Masoquista.

⠀Todo dolía. Cada maldita cosa.

⠀Me tomé algunos Paracetamol con mi café y de alguna manera me fui al trabajo. Caminé como si yo llevara ropa interior de alambre de espino. La gente me miró extrañamente, pero yo siempre estaba tranquilo en el trabajo, más reservado, por lo que nadie en el vestíbulo realmente me habló. Es decir, que había trabajado allí durante seis años como el actuario en jefe, y de alguna manera logré controlar mi filtro cerebro-boca, o rara vez hablé en absoluto. Era más seguro de esa manera. Creo que la mayoría de la gente pensaba que era inaccesible o incluso de malhumorado, pero me permitió una distancia profesional, que era lo mejor realmente.

⠀La única persona que estaba acostumbrada a mi diarrea verbal era mi asistente personal, Lee Jieun. Ella era un genio matemático joven, la hija mayor de sus padres, con una mente brillante para el detalle. Tenía su cabello por los hombros, el pelo negro y liso, gafas de estilo John Lennon, una inclinación por la música pop coreana, y los cómics japoneses. Ella sabía que era gay, no pestañeó, y sabía que estaba muy solo. Había sido un zombi conmocionado el jueves y viernes pasado después de mi iniciación desastrosa de nuevo en la soltería. Al parecer, parecía mucho peor hoy.